Otra Medellín

Medellín, más que innovadora, una ciudad ecológica

Por: Yorleny Carvajal Salazar

En busca de variedad, me arriesgué, por primera vez, a  buscar un lugar diferente del área metropolitana. Un plan que no involucrara muchos gastos. ¿Por qué? Pues bien sabemos, que si en la ciudad se quiere salir a una reunión de amigos o algo que implique romper la rutina,  solo con los pasajes la cuenta comienza a subir, es por eso que algunos habitantes de la capital de la montaña acuden a los mismos sitios.
Entonces, qué tal si tratamos de ver una Medellín más que innovadora, algo así como  una ciudad que pocos conocen y que ahora trataré de dar a conocer. Hablando de los lugares desconocidos de Medellín, prefiero enfocarme en algo más natural quizás más ecológico y comprobar que en esta ciudad, no solo se sale a bailar o a desfilar entre flores.

Encontré a Juan Esteban Zapata, quien se  considera todo un amante de la vida silvestre, conoce todo tipo flores y hasta cascadas que tiene el área metropolitana. Todos los domingos se levanta bien temprano para encontrarse con su grupo de caminata Uandulli (significa caminar en Emberá), que cada 8 días hace largos recorridos a pie desde las afueras de Medellín hasta algún municipio cercano o algún parque ecológico. Este hombre es todo un defensor del medio ambiente y su regaño cuando piso algún animal es más fuerte que el de mi madre cuando hago algo que le disgusta. ¡Le tengo para todos los gustos! Dice Esteban cuando le comento que quiero visitar lugares poco comunes y que pocos conocen.

Dejándome guiar por el deseo de conocer otros ambientes, encuentro un espacio de reflexión en el corregimiento de San Cristóbal, una finca que tiene por nombre Regina 11. Para ser  sincera, este sitio puede producir algo de intriga  o temor para quién no conozca nada sobre él, pues esa fue mi primera impresión al ver una estatua de una mujer con escoba, pero es tal la tranquilidad que se vive allí  que uno se olvida de esas primeras impresiones y comienza a sentir nuevas emociones de paz, en medio del ruido de carros y vendedores ambulantes, que a medida que exploro dejo de escuchar.

Tenía curiosidad de saber quién era Regina 11. Inicialmente pensé que estaba muerta  y que le rendían tributo por medio de estas esculturas. Averigüé que su nombre es Regina Betancourt de Liska, una ex senadora de la República que abandonó su vida política y que ahora se dedica a la metafísica y además utiliza este lugar para enseñar a sanar nuestro cuerpo y alma. Es un espacio con entrada libre en el que cualquier persona puede ingresar sin necesidad de participar en los rituales o pertenecer a la organización. Este lugar cuenta con un sendero ecológico y se pueden encontrar  unas pequeñas pirámides que, según Regina 11, simbolizan los 5 elementos: hombre, piedra, hoja, roca y fuego.

Esteban es de esas personas que ve una hoja, un árbol o una flor y  rápidamente empieza a contar los beneficios que tiene cada uno, a que familia pertenecen  o si se puede comer o no. Es por eso que me invitó a continuar conociendo lugares más naturales donde, asegura, “la paz y tranquilidad permanecen”.

“Nos vamos para Barbosa” fue lo que me dijo Esteban, rumbo a mi casa, pero no nos vamos solos,  nos vamos en “Centella”, la pobre hacía poco había vivido un trauma horrible, fue  arrebatada de su dueño y secuestrada por 2 horas, pero en una rápida acción policiaca fue rescatada.  Emocionada por la invitación y por la presencia de Centella, una Pulsar blanca 135, en un sábado soleado, partimos por la Regional derecho a Barbosa (Antioquia). Llegando a este municipio, cogimos un desvío  hacia la vereda “La Montañita”, rumbo  a un charco llamado “La Playita”. Dejamos a Centella, algo revolucionada por unos pocos excesos de velocidad, nos sentamos en una pequeña pradera   para ver a algunas personas y mascotas disfrutar del agua fría que corre por este charco.

Sin duda alguna, lo que se robó nuestra atención en aquel momento fueron unos niños que se lanzaban de una pequeña elevación de aproximadamente 2.5 metros de altura,  para disfrutar de un delicioso chapuzón. Siguiendo con el proceso de observación, decidí andar entre algunas piedras que adornaban La Playita, hasta que una de ellas me facilitó la función de silla y procedí a sentarme en aquel lugar y ver como 2 perros nadaban felices tratando de sacar piedras, de igual modo un señor de 63 años, que estaba disfrutando del agua, me hizo sentir esas ganas enormes de meterme, pero no, estaba en función de observar y de pronto solo meter las manos ya que mi ropa no me facilitaba más.

Entonces preferí interactuar con Don Guillermo Restrepo, el señor de 63 años y pensionado, que además estaba con su hija Sandra Restrepo, quien solo acompañaba a su padre y a sus perros a disfrutar del agua, pues una fuerte fiebre que había tenido la noche anterior y  su embarazo le impedían meterse al charco.

Sandra, aunque no puede disfrutar del agua, afirma que este tipo de planes son muy placenteros y que además son muy comunes en la cultura antioqueña. “A mí me parece que es más tradición, es algo que ya viene como complementado en la cultura y más en la cultura antioqueña que en otras culturas”, adicionalmente considera que estas salidas son relajantes  y que no se pueden vivir en la ciudad.

El padre de Sandra complementa lo que dice ella. “Sabiendo que hay municipios tan cerca de Medellín, media o una hora y que puede uno disfrutar más del clima, llega uno con unos ánimos muy distintos”, pero en lo que si hace énfasis Don Guillermo es en “toda la vida me han gustado este tipo de planes”.

Don Guillermo defiende completamente estas oportunidades de compartir con el medio ambiente. “Para disfrutar de estas zonas verdes, de estos ríos que son limpios y  no hay polución” de igual manera dice que son  incomparables las opciones que normalmente toman las personas de Medellín con este tipo de planes.  “No se puede cambiar esto por un Parque Arví, Parque de los pies Descalzos ni por una piscina, es imposible”. También hace una invitación para que las personas de Medellín se atrevan a visitar este tipo de lugares “para disfrutar de la naturaleza, pasar sus ratos felices con sus mascotas, con la familia, esto es vida, es lo mejor”.

Feliz por las experiencias y los lugares que había conocido, decidimos emprender nuestro regreso a mi casa, eso sí, sin perdonar un delicioso helado que nos esperaba en Girardota (Antioquia)  y que comeríamos después de visitar al Señor Caído  en la catedral  de Nuestra Señora del Rosario, que  además es muy visitada en semana santa por cientos de feligreses.

Así terminó mi exploración por algunas partes del Valle de Aburrá, llena de iniciativas e invitaciones para todo el mundo, a que se arriesguen a salir de esa cotidianidad que brinda la ciudad, pero más que la ciudad son las propias personas, que en sus fines de semana, suelen visitar los mismo lugares, es por eso que se deben brindar a sí mismos la oportunidad de conocer nuevos espacios, que además no están muy lejos de Medellín y no implican mayores esfuerzos. Por eso, ahora los invito a que se pregunten y de igual forma respondan ¿Qué más tiene Medellín?

Para complementar esta información pueden entrar a:

http://yorlecarvajal.webnode.com.co/blog/

Y ver las fotografías en:  youtu.be/sWn5ZNzFlKQ

Uncategorized