A propósito de su reciente presidencia de la Unasur, una mirada sobre la república de Guyana, la número once de Suramérica que nadie en el continente parece ver.

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Guyana es una isla verde en el mapa del continente de América del Sur, aislada por los ríos Oyapok, Maroni, Courentyne, Esequibo, Tacutu, Mazaruni, Cuyuni; y los sistemas montañosos de Tumucumaque, Acarai y Pacaraima, explica Elías Daniels, representante de la oficina especial de investigación de Guyana.

La República Cooperativa de Guyana es invisible para Suramérica porque está aislada política, cultural, económica, lingüística y socialmente de los demás países de este territorio.

Los guyaneses no se sienten suramericanos, sus mayores vinculaciones está en el Caribe y Europa, ya que de allí provienen sus diferentes raíces étnicas.

Se trata de una nación que tiene herencias coloniales diferentes a las de los otros países del sur de América. Esta característica ha sido motivación para que los guyaneses acepten el aislamiento geográfico como un factor especial para la preservación de sus sistemas de valores heredados de los británicos y de los holandeses, además de las riquezas naturales que poseen y conservan.

Una política diferente

“Guyana está dividida en diez regiones: Barima-Waini, Cuyuni-Mazaruni, Demerara-Mahaica, East Berbice-Corentyne, Essequibo Islands-West Demerara, Mahaica-Berbice, Pomeroon-Supenaam, Potaro-Siparuni, Upper Demerara-Berbice, Upper Takutu-Upper Essequibo; cada una de ellas gobernada por un ayuntamiento”, explica el libro Guiana, de Marston, L.S & Company.

La política es un factor diferencial del resto de países que están ubicados en este territorio. La política de Guyana tiene un modelo republicano semi presidencialista, que se centra tanto en la figura del presidente como en la del Primer Ministro; la rama legislativa es una asamblea nacional de 53 miembros.

Llama la atención el hecho de que los grupos étnicos mayoritarios son los negros y la raza india de Asia. “Estas realidades se reflejan en la existencia de los dos principales partidos políticos, que son étnicos”, afirma Johan Steven Londoño Tamayo, politólogo de la Universidad de Antioquia.

Cultura aparte

La cultura es el aspecto que más ha marcado el aislamiento de Guyana respecto de Suramérica. Mayormente poblada por colonos, en ese país se hablan las lenguas urdu, hindi y tamil (asiáticas) además hay negros descendientes de africanos y algunos europeos, sobre todo de Gran Bretaña. Estos grupos étnicos han permanecido bastante diferenciados y actualmente cada grupo tiene su propio estilo de vida.

El inglés es el idioma oficial de Guyana pero también se utilizan lenguas caribes como akawaio, Wai-Wai, arahuaco y macushi, el portugués y el chino, además del criollo de Guyana o guyanese creole, un “inglés basado en un criollo con sintaxis de los países de África y la India, cuya gramática no está estandarizada”.

La religión oficial es el catolicismo, pero también hay hindúes, protestantes y musulmanes. Londoño Tamayo explica que “los cristianos pertenecen a la Iglesia de Inglaterra pero descienden de africanos, la comunidad india que llegó al país a principios de siglo XIX profesa mayoritariamente el hinduismo y existe un porcentaje de indo-guyaneses del Islam”.

Su música más tradicional ha recibido las influencias de los ritmos populares modernos y que dan como resultado una “fusión musical guyanesa”. El más conocido y popular es la “soca”.

Claudia Morales Vega, socióloga de la Universidad de Antioquia, considera que “Guyana tiene una idiosincrasia y una cultura muy aparte de lo que es la idiosincrasia y cultura americana”.

El potencial de Guyana

“El valor de Guyana para Sudamérica es enorme. Está dotado con seis recursos claves, los cuales si son explorados correctamente, podrían asegurar una economía exitosa y una sociedad floreciente. Estos factores son: la ubicación estratégica de Guyana, la abundancia de recursos naturales, recursos humanos altamente calificados, potencial para petróleo, una increíble biodiversidad y territorio extenso”, dice el artículo Guyana uniendo a Brasil con el Caribe, publicado en la Revista Diplomacia, Estrategia y Política.

El escenario económico de Guyana tiene similitudes con el de los demás países del sur de América. Su economía está basada en la agricultura, sus principales fuentes de sostenimiento son los campos de arroz y cultivos como hortalizas, tubérculos y frutales. “Casi la mitad de la población trabaja en la agricultura, la cual aporta el 50% del producto nacional bruto”, afirma la enciclopeda Geografía Universal en su edición de 1992. Entre las principales exportaciones agrícolas están el cacao, el café y, sobre todo, el azúcar.

“El azúcar es la espina dorsal de la economía de Guyana. Los ingresos anuales de la exportación de azúcar para Guyana fueron de 121 millones de dólares en 2004. La industria azucarera emplea a 27 mil personas y mantiene aproximadamente a otros 97 mil guyaneses”, añade el artículo de Diplomacia, Estrategia y Política.

Aparte de la agricultura, la otra gran riqueza del país es la bauxita, un óxido hidratado de aluminio. Existen yacimientos de diamantes, oro, uranio y notables reservas de maderas.

“Este territorio es rico en reservas naturales, además de que hacen experimentos nucleares”, asegura Alfonso Insuasty, politólogo de la Universidad Nacional y docente de Universidad de San Buenaventura.

El plan 21

El plan 21 de Guyana es una propuesta para mejorar el estatus económico, la infraestructura y los temas sociales que sufre el país.

Trata de diversos problemas que han asediado esta nación durante décadas y propone un perfil viable como técnica potencial para mejorar estos achaques naturales.

Alejandro Gómez Velásquez, abogado internacionalista de la Universidad Eafit, expresa que “el éxito del plan 21 se define como la habilidad para atraer capital, para gestionar buenos proyectos, añadir valor significativo a la economía y poder crear sociedades comerciales con Brasil y Venezuela. El propósito de dicho plan es lograr el crecimiento económico del país, aumentar el empleo y convertir los recursos naturales de Guyana en exportación”.

En la actualidad Guyana tiene acuerdos de cooperación con Venezuela en materias, entre las que destacan la energética. Además, hace parte de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en calidad de observador.

El periodo de presidencia pro témpore de Guyana en Unasur es una posibilidad por el cual Guyana puede iniciar procesos de integración con los países suramericanos y de estos hacia la pequeña tierra de las aguas.

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