FARC (fuerzas artísticas revolucionarias de Colombia). De esta manera se denominan los jóvenes de los colectivos Liderarte y Morjuez que con gustos diferentes se unieron para crear iniciativas entorno a la memoria y el arte en la comuna 4 de Medellín, específicamente en Moravia, barrio en proceso de transformación. Pasó de ser un territorio de basuras y violencia a uno de esperanza y oportunidades.
La comuna 4 de Medellín cuenta con 16 barrios en los cuales se encuentra Moravia, un barrio ubicado al nororiente de la ciudad, entre las estaciones del Metro Universidad y Caribe. Está conformado por los sectores de El Bosque, Moravia, El Morro, El Oasis Tropical y La Herradura. Es una de las zonas con procesos de ocupación espontánea más arraigados desde los años 60 a pesar de haber sido declarado como basurero a cielo abierto de la ciudad en esa década. Personas desplazadas de diferentes regiones del país vieron en el basurero del Morro una oportunidad para empezar de nuevo y así constituyeron el barrio. Adicionalmente, este lugar pasó por un período de violencia entre los años 2000 y 2003 por las llamadas “fronteras invisibles entre jóvenes».
Hace 9 años aproximadamente se creó el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia (CDCM) como una iniciativa de la comunidad para tener un espacio donde realizar diversas actividades y así tener mejor acceso laboral, educativo y recreativo, y alejarse de las malas influencias del sector. Actualmente, existen diversos colectivos trabajando entorno a la memoria y la alegría, entre ellos, los más destacados, Morjuez y LiderArte.
El semillero juvenil LiderArte nace en noviembre del 2013 a raíz de un proyecto de grado de la practicante de trabajo social, Evelyn Carvajal; como una propuesta de intercambio de saberes entre jóvenes y líderes de la comuna. Al inicio existían diferentes y jocosas propuestas de nombre. Sus integrantes trabajaban desde diversos campos como la fotografía, el pensamiento crítico, el dibujo, entre otros. De esta diversidad artística se define el nombre de Semillero Juvenil LiderArte.
Evelyn, hoy trabajadora social y coordinadora de la casa cultural de Manrrique, barrio cercano a Moravia, afirma que «si alguien quiere cambiar el mundo debe juntarse con «parceros», y nosotros empezamos por ahí”. Los integrantes de este grupo conformaron una segunda familia, todos muy diversos, pero con un mismo objetivo: hacer de este mundo un lugar mejor para futuras generaciones. “Empezamos a recorrer por el territorio buscando esos chicos pilosos y esos chicos que querían construir con nosotros y así nos fuimos consolidando. Un espacio para aprender, ser felices, compartir, y formar liderazgo.” testifica Carvajal.
El grupo inició con 8 jóvenes que le apostaban al arte y a la transformación. En el transcurso de sus cuatro años de existencia se han ido y han llegado otros integrantes para seguir con esta apuesta de liderazgo a partir del arte. Algunos de sus miembros actuales son: Diego Galeano, punkero de 20 años, Juan Esteban Aristizabal, estudiante de planeación y desarrollo, Leslie Osorno, estudiante de criminalística, Andrés Dickinson, estudiante de licenciatura en lengua castellana, Camilo Morelo, estudiante de grado 10, Verónica Bárcenas, estudiante de Comunicación social. Todos ellos jóvenes, habitantes de la comuna 4.
Comunicación, gestión y formación: bases para las ideas
El grupo desarrolla sus proyectos bajo las líneas de comunicación, gestión y formación. En comunicación, desarrollan un periódico, «¿Qué pasa?» , donde narran acontecimientos relevantes para la comunidad, realizan perfiles de líderes del territorio, entre otros. El fin de este medio, es visibilizar estos procesos vividos en el territorio. Allí, no solo escriben los integrantes del semillero sino también el público en general interesado en escribir. Está abierto a la comunidad.
En gestión, estos jóvenes realizan diversas acciones para conseguir recursos al momento de realizar actividades. Algunas de esas dinámicas son la vinculación con otros colectivos u organizaciones, como Acción colectiva, Humanizarte y ACJ (Asociación Cristiana de Jóvenes). De igual manera, desarrollan actividades para niños con Paz a la paz (proyecto de formación política para jóvenes desde los 14 hasta los 28 años de estratos 1, 2 y 3 del área metropolitana). en el cual reutilizan materiales para la elaboración de manualidades.
Por último, en la línea de formación los jóvenes del colectivo se forman para luego formar a su comunidad. Se han formado desde el ser y el hacer. «Tenemos muchas cosas por hacer y necesitamos aprender hacer. También queremos formarnos como seres humanos para ser buenas personas y ser líderes en un futuro cercano y así poder replicar esos saberes», explica Juan Esteban Aristizabal, joven integrante del colectivo. Por esta razón aparece el #ElConocimientoNoSeVendeSeRegala como un legado del semillero, con el fin de ser una comunidad pedagógica para compartir sus conocimientos. También cuenta con una idea de tener LiderArteKids para ayudar a los niños del barrio y en un futuro pueda relevar sus integrantes actuales. Es respaldado por el CDCM y la ACJ.
“Se construye tejido social desde estos colectivos, mediante cuatro aspectos fundamentales que son: el encuentro, la discusión, la formación, y la multiplicación de saberes”, sustenta Jeison Espinosa, practicante del área de la organización y participación de la ACJ.
Morjuez: en busca de la memoria alegre.
El colectivo Morjuez surge en el año 2014 en el espacio del proyecto de Medellín Joven, escuelas juveniles para la participación, desde donde se realizan ideas grupales para trabajar por el desarrollo territorial.
Morjuez pretende rescatar la memoria alegre de los habitantes del barrio Moravia, quienes en el transcurso de sus vidas han presenciado diversos hechos históricos, entre ellos, la época de Pablo Escobar donde el narcotráfico, la prostitución y la muerte jugaron un triste papel. Pero no todo fue violencia, también se vieron momentos llenos de felicidad como fue la inauguración del sistema masivo de transporte Metro y la visita del papa Juan Pablo II. No obstante, las personas en el transcurso de la historia tienden a recordar los momentos más tristes por los que pasaron, dejando a un lado esos gratos instantes de felicidad, como las fechas especiales, los paseos, las fotos sonrientes, el nacimiento de un hijo. Por esta razón, se crea la iniciativa del museo andante de la alegría, el cual está representado por los personajes de duendes, traga miedos, hadas, y demás, quienes todos unidos, realizan una puesta en escena por el territorio, donde llevan frases alegres, realizan preguntas entorno a la felicidad, y así recordar el pasado de una historia llena de violencia pero a través de la alegría, de esos momentos felices vividos a pesar del conflicto. Además, cuentan con una filosofía “Si hemos llegado lejos con cosas tristes, a dónde llegaremos con las cosas alegres, esas que son gratificantes”, comenta Mejía.
Este colectivo cuenta con aproximadamente 15 integrantes, “Morjuez” es porque estos chicos viven en los barrios Aranjuez y Moravia. Están ubicados cerca al CDCM, exactamente en la corporación Experenciarte, donde realizan la planeación para desarrollar sus actividades. “Nos motiva que al presentar nuestra apuesta, disfrazarnos, ver una sonrisa verdadera en el rostro de alguien, rescatar esa alegría que llevamos por dentro. Ver esa sonrisa que no se puede falsear”, asegura Juan Pablo Mejía, integrante de Morjuez. Su relación con el territorio de divide entre los barrios Campo Valdez y Moravia de la comuna 4.
Estos jóvenes desean tener esa apuesta en un lugar fijo, puesto que el museo de la memoria alegre es andante, de igual manera añoran ser reconocidos a nivel nacional. También, son apoyados por diferentes corporaciones, como Experenciarte, Humanizar, ACJ. Entre otras.
Por otra parte, la Secretaría de Juventud juega un papel muy importante para la realización de estos colectivos, debido a que ellos son los encargados de acompañarlos, visibilizarlos con otras organizaciones, ayudar a la gestión de proyectos, fortalecerlos, para crear una red, y así darse a conocer dentro de su territorio. “La Secretaría de Juventud los ve como el presente de la transformación de los territorios” Declara Luisa García, enlace territorial de Secretaría de Juventud para las comunas 4, 5 y 6.
Desde la Secretaría de Juventud se brindan diversos talleres, desde el Liderazgo, el emprendimiento, pensamiento político, participación, recorridos de ciudad, artes, comunicación. Donde se realiza formaciones de acuerdo al enfoque del colectivo. Los cuales facilitan el acceso a recursos monetarios, para poder sostener el colectivo.
Actualmente, la Secretaría de Juventud cuenta con varias propuestas para el desarrollo de estos semilleros juveniles que buscan la trasformación de su territorio. Los más destacados son: Medellín Joven, Clubes Juveniles, Medellín a la Cabeza, Enlaces territoriales, Dinámicas juveniles para la participación. Pues la percepción que se tiene de estos grupos, es que son vitales para la construcción de tejido social en su entorno.
Morjuez y LiderArte influyen mucho para la transformación del territorio pero en una pequeña medida. Al momento de vincularse a un colectivo para aprender, compartir, intercambiar, tener perspectivas diferentes del mundo, y ser felices, se genera cambio y contribuye al desarrollo de tejido social. “Es una trasformación que se ve en proceso, pues no trasforma estructura sino personas.” testifica García.
Finalmente, cabe resaltar la labor que realizan estos jóvenes como muestra de transformación a partir del arte y la memoria alegre. Juntos tienen la propuesta de MingAlegre, un evento que permite la gestión y la vinculación de varios colectivos de la comuna 4, con la finalidad de mostrar todo el trabajo que desarrollan por el territorio.