
Por: Valeria Díaz
Amnistía Internacional afirma que la libertad de expresión es el derecho a difundir, buscar, recibir y compartir información e ideas. Es esencial para nuestra educación, para desarrollarnos como personas, ayudar a nuestras comunidades, acceder a la justicia y disfrutar de todos y cada uno de los derechos. Es fundamental en la sociedad porque promueve la diversidad de ideas y perspectivas, enriquece el diálogo público y fomenta la innovación. Es indispensable para una sociedad justa y libre.
La libertad de expresión en las redes sociales es un tema crucial en la era digital. Si bien X (Twitter) proporciona un espacio para la diversidad de voces y la discusión abierta, también enfrenta desafíos como la difusión de desinformación y el acoso en línea. Es fundamental encontrar un equilibrio que proteja la libertad de expresión sin tolerar el discurso de odio ni la manipulación de la información.
De acuerdo con Amnistía Internacional, «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación por cualquier medio”.
El derecho a la libertad de expresión está consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 20 de la Constitución Política de Colombia. La defensa de este concepto ha sido siempre parte esencial del trabajo de Amnistía Internacional y es imprescindible para la rendición de cuentas de quienes ejercen el poder. Además, está estrechamente vinculado a otros derechos humanos, como la libertad de pensamiento, conciencia y religión, que sin ella no podrían realizarse plenamente.

Según la abogada Manuela Gómez, existen múltiples normas que regulan la libertad de expresión, desde el ámbito político hasta tratados internacionales. “Cualquier persona puede expresar su opinión siempre que no vulnere los derechos de otro. En cuanto a las redes sociales, estas han tenido un impacto muy fuerte, ya que la gran mayoría de internautas las utilizan para agredir individual o colectivamente”. Por ello, se debería enfatizar su funcionamiento y la verificación de la información antes de ser publicada, para que no se vulneren los derechos de ninguna de las partes.
Conforme al reglamento interno de la red social X, se pueden identificar patrones, tendencias y conflictos emergentes. Es importante observar hashtags populares, seguir cuentas influyentes, monitorear palabras clave relevantes, participar en chats y debates, analizar el sentimiento de las conversaciones, explorar eventos en tiempo real y seguir debates políticos y sociales. Estos métodos proporcionan una visión integral de los temas de interés y las discusiones en curso en la plataforma, permitiendo una comprensión más profunda de la dinámica social en línea.
El ingeniero de software Nicolás Rincón afirma que la implementación de políticas de suspensión o censura de cuentas en Twitter puede ser necesaria en casos de violaciones graves de sus términos de servicio, como el acoso, la incitación al odio o la difusión de contenido ilegal. Sin embargo, estas acciones deben tomarse con cautela y basarse en criterios claros y consistentes. “Twitter debería implementar medidas de moderación efectivas, como algoritmos de detección de contenido dañino, políticas claras de uso y colaboración con los usuarios para reportar abusos”. También menciona que la transparencia en la aplicación de estas medidas es clave para mantener un equilibrio entre la libertad de expresión y la protección contra el abuso.
En cuanto a X, “El propósito es estar al servicio de la conversación pública. La violencia, el acoso y otros tipos de comportamiento similares desincentivan a las personas para expresarse, lo que finalmente reduce el valor de la conversación pública mundial. Nuestras reglas buscan garantizar que todas las personas puedan participar en la conversación pública con libertad y seguridad”.
X ha surgido como una plataforma revolucionaria de comunicación que ha transformado la manera en que las personas interactúan y comparten información. Su importancia radica en su capacidad para facilitar el acceso a una audiencia global instantánea. A través de X, cualquier persona puede expresar sus opiniones, compartir noticias y participar en conversaciones sobre una amplia gama de temas. Esto no solo democratiza el espacio de expresión, sino que también promueve la diversidad de ideas y perspectivas. Ha jugado un papel crucial en la defensa de la libertad de expresión al proporcionar una plataforma para la disidencia, la protesta y la denuncia de abusos de poder. Sin embargo, también ha generado debates sobre la moderación de contenido y la propagación de desinformación, lo que destaca la necesidad de encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y la responsabilidad en línea.
Mateo Sánchez, quien ha sido usuario de X por más de cuatro años, cuenta que cuando comenzó a interactuar en las redes sociales no conocía las restricciones de la plataforma. “Hice comentarios ofensivos y compartí contenido restringido. Debido a esto, la red social me suspendió de publicar cualquier tipo de contenido durante 15 días”. También menciona que, desde su punto de vista, X fue durante años muy permisiva en cuanto a la libertad de expresión, permitiendo que se difundiera contenido dañino y ofensivo sin castigo. En los últimos años eso ha cambiado, ya que la plataforma ha prestado mayor atención a los parámetros que ha implementado.






Las políticas de seguridad, privacidad y autenticidad de X son fundamentales para mantener un entorno seguro y respetuoso en la plataforma. Estas normas prohíben el acoso, el contenido de odio y la promoción del suicidio. En cuanto a la privacidad, se prohíbe la publicación de información privada de terceros sin su consentimiento, así como el uso no autorizado de cuentas. En lo que respecta a la autenticidad, X combate la manipulación de la plataforma, la suplantación de identidades y la difusión de contenido multimedia falso o alterado. Estas políticas buscan promover la integridad y la seguridad en la plataforma, protegiendo los derechos y la dignidad de los usuarios.
Pablo Gil Agudelo, como familiar de un usuario, cuenta que los cambios comportamentales entre los miembros de la familia hoy en día están directamente relacionados con la exposición a las redes sociales. “Las dinámicas familiares han tenido un cambio sustancial en cuanto a la interacción y desarrollo comunicativo entre los miembros, ya que las redes sociales generan satisfacción inmediata, pero no duradera”. El algoritmo muestra temas con los que la persona tiene más afinidad o satisfacción, lo que provoca aislamiento y hace que se pierdan temas de discusión que antes generaban cohesión familiar. Como resultado, hay menos cosas en común entre los miembros de las familias.
El estado actual de la libertad de expresión en X refleja un delicado equilibrio entre la promoción de la libertad de opinión y la necesidad de proteger a los usuarios de discursos dañinos y desinformación. En este sentido, las políticas de moderación y las decisiones de censura han generado debates sobre la transparencia, la imparcialidad y los límites de la libertad de expresión en un entorno digital. La influencia de X en la esfera pública y en la opinión política, plantea interrogantes sobre su responsabilidad social y su papel en la promoción de un debate público, saludable y democrático.