Por: Manuela Guerra

Manizales se convierte una vez más en la capital latinoamericana del teatro con su gran fiesta escénica. Del 26 de septiembre al 5 de octubre, el 57°. Festival de Teatro de Manizales (FITM) abre sus puertas con una cartelera que celebra la diversidad y atiende al gran público gracias a la representación de distintos universos del país: desde la danza inspirada en el universo artístico de Botero, narrativas íntimas y complejas sobre vínculos familiares, hasta montajes que se atreven a reinventar los clásicos que todos amamos.

Cinco compañías, un país en escena
En esta edición, España es el invitado de honor con propuestas como la danza de la coreógrafa catalana María Rovira y las presentaciones de Abiyateatro, Truca Circus y Tiangombau. También participan agrupaciones de México, Chile, Uruguay, Argentina y Portugal. La diversidad de lenguajes escénicos (de lo experimental a lo clásico) convierte al festival en un laboratorio vivo principalmente de la cultura latinoamericana y sus miradas contemporáneas.
Y por supuesto, el talento nacional tampoco podía quedarse atrás. La participación de la industria colombiana ha convertido al festival, a lo largo de los años, en una experiencia única y enriquecedora. Su presencia no solo fortalece esta edición y las anteriores, sino que se consolida como la base para valorar y reconocer el ingenio artístico del país.

Johan Velandia, director y dramaturgo de la Congregación Teatro nos recuerda que “Lo grato del festival, además de hacer teatro, es tener un encuentro con nuestros colegas de diferentes departamentos de Colombia que están haciendo teatro, y desarrollan su estética y sus temáticas desde sus lugares de ensayo. Poder compartir ese trabajo es lo más bello para artistas y espectadores.”
Y es que la cuota nacional de esta edición es un recorrido por universos que reflejan nuestra identidad:
• La Congregación Teatro presenta El lugar del otro, un emotivo reencuentro entre padre e hijo en un metro imaginario de una Bogotá fantástica. “Es una obra sobre el perdón en la práctica real”, afirma su director Johan Velandia.
• El Ballet Metropolitano de Medellín rinde homenaje a Fernando Botero con un ballet narrativo que transforma la pintura en movimiento bajo la coreografía de la colombo-belga Annabelle Lopez Ochoa.
• COMFAMA trae la reinvención contemporánea de la ya aclamada obra El Mago de Oz.
• Yellow Factory y Oblivio Teatro llegan con Diciembre, una historia de tensiones familiares en plena Navidad, y con Teatro Combo reinterpretan a Chéjov en Hay que matar a Treplev.
• Teatro Petra, referente del teatro colombiano, presenta Duplicados, un thriller con humor corrosivo escrito y dirigido por Fabio Rubiano, donde nada es lo que parece.
Cabe resaltar que la presencia de compañías manizaleñas seleccionadas por convocatoria, refuerza el carácter local del evento y garantiza que el público vea también el talento gestado en la ciudad. Obras como El ojo de la casa (Grupo El Escondite) o Rapsodia para un instante (Punto de Partida) se suman a esta apuesta por el teatro independiente.

Un festival con historia y futuro
Con más de cinco décadas de trayectoria, el FITM es el festival escénico más antiguo de Latinoamérica que posiciona Manizales como el centro del medio teatral y de artes escénicas actual. Este año, en la búsqueda de incentivar el sentido de pertenencia por esta gran fiesta, la ciudad abrirá no solo sus escenarios tradicionales (el Teatro Fundadores y el Auditorio de la Universidad Nacional), sino también nuevas salas como Confa, El Galpón, El Escondite y Punto de Partida.

Además, la programación, como en versiones anteriores, se extiende a las calles con prestaciones gratuitas en comunas y barrios que buscan acercar este arte al extenso público especializado en teatro que habita la ciudad, y por supuesto, a los visitantes que llegan para vivir esta hermosa experiencia.
“Hace mucho tiempo el Festival tuvo un lema muy lindo: La calle es el escenario. Y a eso queremos volver. Aunque tenemos una programación de calle, queremos hacer más y sabemos que antes se hacía más, porque la financiación era distinta”. Expresó Mariángela Mendoza, directora ejecutiva del FITM para el medio La Patria.
Porque el arte es para todos y este año se atiende la necesidad de que nadie se quede por fuera. Es por esto que se brindaron abonos y descuentos para estudiantes con entradas desde $19.800 COP, además de la posibilidad de adquirir boletas individuales en etapas de preventa.
Una imagen desafiante
Este año, el concepto del FITM es contundente: una invitación a reconocernos como seres humanos artísticos, separados e independientes de la inmediatez global y compulsiva del consumo digital que nos arrastra a olvidar nuestras raíces. El festival propone resistir la saturación de contenido efímero y desechable, dejar atrás el scroll y recuperar la conexión con la experiencia humana, real y emocional. En esta edición, el teatro se asume como un acto de resistencia.