Kevin Alejandro Caicedo Guerrero, es un joven de 16 años, oriundo de Palmira-Valle del Cauca y quien desde hace dos meses reside en la ciudad de Medellín, junto con su hermana melliza y sus padres. Lo que diferencia a estos dos hermanos es que el varón actualmente se encuentra en situación de discapacidad con movilidad reducida.
Fue diagnosticado a los 5 años con distrofia muscular de Duchenne, que es un trastorno hereditario que empeora a medida que se avanza en edad y el cual ocasiona debilidad muscular, así lo comenta Martha Isabel Guerrero, madre del joven, quien además añade que, debido a una caída alrededor de los 12 años su condición empeoró, obligándolo a utilizar silla de ruedas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la discapacidad como “un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación”, así mismo, anota que es un fenómeno complejo que tiene en cuenta la relación entre una persona en situación de discapacidad y su interacción con la sociedad en la que vive.
De acuerdo con el Informe Mundial Sobre la Discapacidad, elaborado por dicha Organización en conjunto con el Grupo del Banco Mundial, se estima que más de mil millones de personas tienen algún tipo de discapacidad, es decir, aproximadamente el 15% de la población mundial.
Además, la OMS añade que tal proporción está en aumento y que en algunos años se convertirá en un grave problema de salud pública.
Las personas que viven en países con bajos ingresos económicos presentan mayor prevalencia a tener algún tipo de discapacidad, según la Encuesta Mundial de la Salud, también se evidencia que los niños, mujeres y ancianos de las familias más pobres tienen un riesgo significativamente mayor de tener ciertos tipos de limitaciones.
En Colombia, un informe estadístico realizado por el DANE en el 2015 y publicado por el Ministerio de Salud y Protección Social, refleja que hay más de 3 millones de personas en situación de discapacidad, cifra que corresponde al 6,3% del total de la población colombiana.
Como se ve la discapacidad en Medellín
En la ciudad hay más de 58 mil personas con algún tipo de limitación física o mental y esto se evidencia en los Indicadores Básicos del 2015 publicados por la Secretaría de Salud de Medellín, en donde caracterizaron a ese sector poblacional.
En el mismo estudio, se concluye que el mayor porcentaje de discapacidades se asocian a funciones neuromusculoesqueléticas y del movimiento, siendo este el 38,6%.
Adriana Suárez Vásquez, directora de la Unidad de Discapacidad, que pertenece a la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, afirma que gran parte de esa población caracterizada ya cuenta con beneficios que brinda la Unidad y algunos de los programas que se manejan desde allí, aunque aclara que el acceso a la educación inclusiva se debe mejorar, tanto para los niños como para los adultos.
En Medellín se estableció el Plan Municipal de Discapacidad 2010-2018, mediante el Decreto 221 del 7 de febrero de 2011, que tiene como objetivo principal el garantizar que no se vulneren los derechos de las personas en condición de discapacidad, elaborando estrategias para que la ciudad se convierta en una urbe accesible.
“Quienes tenemos discapacidad, en todas partes encontramos barreras y se nos hace muy compleja la movilidad, incluso, en el ingreso a la casa, sino vivimos en primeros pisos. Medellín ha estado mejorando las aceras, pero aún falta mucho”, así lo afirma para el periódico El Colombiano, Diego Echeverry, experto en accesibilidad.
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Instituciones educativas poco aptas para personas con discapacidad
Según la Ley Estatutaria N° 1618 del 27 de Febrero de 2013 se establecen las disposiciones para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad. Allí mismo, en el artículo 2 numeral 4, se indica que las instituciones, tanto públicas como privadas, deben cumplir con ciertas condiciones para adaptar el entorno a las necesidades específicas de la población en situación de discapacidad., garantizando el acceso en igualdad de condiciones.
En la ciudad hay 575 establecimientos educativos, de los cuales 228 son instituciones oficiales y 347 son privados, datos que se registran en el informe Educación en Cifras publicado por la Secretaría de Educación de Medellín y que en conjunto con la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), se evidencia que alrededor de 20 colegios cuentan con la infraestructura necesaria para las personas en situación de discapacidad con movilidad reducida.
En la Institución Educativa Juan de Dios Carvajal, donde actualmente estudia el joven Caicedo, hay aproximadamente entre 45 niños y adolescentes con diagnóstico de discapacidad, pero solo 1 con movilidad reducida, así lo comenta Paulina Andrea Acevedo Ortiz, Psicóloga de la Universidad Cooperativa de Colombia, quien trabaja para la Secretaría de Educación en el Programa Escuela Entorno Protector.
Acevedo Ortiz, indica que la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, envía dos veces por semana a la institución una maestra de apoyo de la Unidad de Atención Integral, quien hace valoraciones, acompañamiento, asesorías y acción grupales, tanto con los estudiantes que tienen necesidades educativas especiales como con los docentes y presenta informes del progreso que tienen estos frente a las relaciones sociales dentro del ambiente escolar.
Para Caicedo Guerrero, el joven diagnosticado con el síndrome de Duchenne, es complicado asistir a clases en una institución donde no se ha invertido para la adecuación de los espacios para las personas con su misma condición de discapacidad.
“Para nosotros, el único colegio cercano a nuestra casa es este y se nos hace muy difícil buscar otro que cuente con las condiciones adecuadas para Kevin”, indica la madre del joven.
Voceros de la Unidad de Discapacidad de la Secretaría de Inclusión Social, manifestaron para el periódico El Palpitar que el tema de la accesibilidad es relativamente nuevo para la ciudad, pero que a pesar de esto se han obtenido muy buenos resultados.
“Tanto la ciudad como las instituciones educativas deben trabajar más para mejorar la calidad de vida de las personas en situación de discapacidad, los espacios públicos y privados hay que rediseñarlos para que las barreras físicas desaparezcan, construyendo una comunidad incluyente”, concluye la Psicóloga Acevedo Ortiz.
Muy bien, no carece de datos aparentemente verificables. Buen proceso.