Sueños especiales:  Lauracategourmet

 

Más de 80 productos vendidos  al mes,  cerca de tres mil seguidores en  Instagram, y el apoyo incondicional de una madre, son algunos de los elementos que hacen posible la realización de un sueño. Laura,  es una mujer emprendedora, que lejos de su discapacidad cognitiva a causa del síndrome de Down, demuestra que los sueños se pueden hacer realidad con disciplina, planeación y una idea mediada por el amor y la pasión.

Laura, ha estado presente en diversos medios de comunicación, en ellos expone cada uno de los productos que junto a su familia realiza. Guacamole, vinagreta y dips de frutos, son algunos de ellos, y cada uno tiene un elemento especial: el amor y la pasión con la que se cocinan. Para Laura y su familia, el síndrome de Down no ha sido una excusa, ha sido un motivo más para salir adelante.

Curiosamente el 21 de Marzo –hace unos cuantos días-  se celebraba un año más del día mundial del síndrome de Down, esta combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, está en todas las regiones del mundo y normalmente tiene efectos versátiles en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud. El síndrome de Down es considerado el trastorno cromosómico más frecuente en el país y el mundo (1 de cada 700 nacidos) tienen ciertas limitaciones físicas y mentales, si se les entregan las herramientas adecuadas, pueden evolucionar de forma positiva.

De acuerdo al censo realizado por Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el año 2005, en Colombia habitan 2,9 millones de personas con discapacidad, quienes representan el 6,4% de la población, es decir, 857.132 personas con discapacidad, de las cuales 146. 247 se encuentran en el rango de edad entre 5 y 20 años.

Pudimos hablar con la madre de Laura y esto fue lo que nos dijo:

¿Cuándo se enteró de lo de Laura?

Cuando nació, yo me hice mis controles normales y nunca me hicieron el diagnóstico (…) hasta que ya tuvo unos días de nacida y me dieron el diagnóstico de la enfermedad.

No fue importante siquiera la noticia, era más importante el otro tema que tenía una cardiopatía, tenía una dislocación de cadera, una hernia umbilical y síndrome de Down. Con ese diagnóstico yo ni siquiera me preocupé, no me importó; yo me concentré fue como en el tema más crítico, que era el de la cardiopatía.

-¿Cuántos años tiene Laura?

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-¿Cómo fue desde un principio la relación con  usted como madre?

Siempre fue de mucho apoyo, en ningún momento fue de rechazo. Fue la primera nieta en las dos casas, entonces siempre fue como el centro de atención por su enfermedad, y siempre fue de ¡muchísimo! ¡Muchísimo! apoyo. En ningún momento eh se presentó ninguna reacción de rechazo.

-¿Con quién vive Laura?

Directo soy yo, pero somos muy cercanos a mi familia, a mis padres y a la tía y el tío por mi familia y ya con menos frecuencia a la familia del papá, pero el núcleo directo somos nosotros.

-¿Cómo ha sido la relación con la familia?

Laura se convirtió desde que nació en el centro de la familia, todo empezó a girar alrededor de ella. (…) Había un riesgo muy grade hasta los cinco meses que ella no sobreviviera a la cirugía de corazón, yo hasta los cinco meses me concentré en eso, pero una vez logró pasar esa etapa tan crítica, yo inmediatamente empecé a concentrarme en las estimulaciones y ahí llevamos en eso veinte años, veinticuatro.

 -¿Usted ha estado presente en esa formación de Laura?

Yo me separé antes de que la niña tuviera dos años, siempre he estado yo, pero siempre he contado con el apoyo de los abuelos, entonces la parte complementaria, el apoyo ha sido por parte de los abuelos y la tía (…) ellos me han colaborado muchísimo. Siempre hemos estado muy juntas en las etapas difíciles y buenas.

– ¿Ha buscado apoyo en terceros?

Si. Yo creo que eso es fundamental, por una parte es el conocer muy rápido, entender muy rápido de que se trata esa condición. El primer paso como papá o persona responsable tan pronto uno tenga el diagnóstico es entender de qué se trata ese síndrome, y a partir de ahí saber que apoyo necesita porque uno solo no sale adelante.

-¿Qué apoyos recibió?

Económicos no, pero si de instituciones y profesionales que eran claves en las distintas etapas de crecimiento de ella; entonces por ejemplo la primera etapa crítica es la etapa digamos que es la de la estimulación física, hasta que logra caminar. Después de que se logra toda esa estimulación, ya se empieza es un tema más cognitivo hasta que logra en la terapia del lenguaje desarrollar el lenguaje, y empieza toda esa parte cognitiva que es la que nunca para, pero que empieza muy temprano (…) el apoyo fundamental ha sido en mi caso de instituciones y profesionales que son los importante en cada etapa porque no todos, no son los mismo los que acompañan toda la vida de estos chicos. (…) lo más fundamental es la familia y todo ese apoyo se da desde un amor incondicional, el combustible con el que uno se sostiene por toda la vida es el amor, eso es lo que uno lo levanta, lo acuesta, lo acompaña todo el día para hacer tantas cosas que se necesitan alrededor de ellos. Es  un amor profundo e incondicional, o sea uno con ellos se entrega del todo, pero sin esperar nada, es el amor más transparente e incondicional que uno puede sentir.

-¿Laura tiene estudios?

Laura ha hecho su parte de estudios y su parte académica, pero en el caso nuestro no tuvimos inclusión (…) No todas las instituciones están preparadas, entonces cuando nosotros estuvimos en el momento en que necesitamos las instituciones, no dimos con ninguna institución que tuviera un buen proceso de inclusión. Entonces lo que hicimos fue hacer parte del proceso; por ejemplo Laura estuvo muchos años con pedagogía Waldorf, incluso se da para personas regulares y éste es el caso del colegio Isolda Echavarría, tiene un modelo pedagógico que se llama Waldorf, y este es tradicional, queda en la estrella. Ella se fue formando acorde a distintos modelos y es una persona competente digamos que al nivel que debe tener. Laura suma, resta, lee, las habilidades como básicas se lograron desarrollar muy bien, tiene buen lenguaje.

Laura ha logrado un nivel de autonomía muy grande, no depende de mí. Depende de mí para la parte económica obviamente y en el tema de movilidad, lo único que Laura no hace sola es desplazarse en la ciudad, pero de resto Laura es completamente autónoma, todo lo hace sola yo no le hago nada. Laura es capaz de administrarse ella y de regularse autónomamente, obviamente requiere unos apoyos en cositas muy concretas.

-Claro, usted tocaba un tema muy importante: la autonomía. Me pareció muy importante entender ese reto a partir de su página de instagram Lauracate ¿este reto cuando comenzó?

La idea fue de ella. Despertó mucho amor por la gastronomía y la cocina desde hace muchos años, ella ha tenido claro que se quiere dedicar a la cocina, entonces ha recibido clases particulares, yo la he expuesto en el tema para ayudarla a definir si es lo que ella quiere hacer o no.

Los primeros pinitos que ella hizo los hizo hace casi ocho años y el proceso paró un tiempo (…) ella me manifestó cualquier día: Yo quiero montar una fábrica de guacamole. Entonces yo le dije que sí y empezamos a venderlos de manera informal pero fue por un periodo muy cortico, ella empezó a hacerlo y yo le di el gusto y cada vez me fui convenciendo que eso si era lo de ella. Paramos porque hubo un periodo en el que viajaba mucho en el trabajo, ya después volví y retomé el tema, estuvo como un año con una profesora en la casa y con eso ella desarrolló mucha técnica de cocina y se afianzó en ese sueño, que para mí era el reto para que ella mostrara si se afianzaba o si definitivamente renunciaba (…) el resultado fue que se afianzó mucho.

El año pasado empezó a pedirme que quería montar una fábrica de guacamole, le dije que sí “pero es tu sueño entonces yo te necesito muy comprometida, yo te apoyo pero es tu responsabilidad”. Empezamos el primero de mayo del año pasado y empezamos el proceso entre las dos, el propósito era darle apoyo en la realización de ese sueño sin importar si era grande o chiquito.

-¿Quién se encarga de la fabricación de los productos?

Nosotros tenemos ya cinco productos, y Laura prepara sola dos y nosotros tres con apoyo mío, pero ella los prepara y requiere muy poquito apoyo, yo siempre estoy ahí. Me dijo: Yo quiero montar eso, yo soy la chef y tú haces el resto. Entonces la tenía súper clara.

Cuando ella planteó el reto del sueño de tener su fábrica, digamos que en ese momento coincidió con que yo monté un taller que lo llamé la pizza de la vida, y era un taller que se lo quería dar a los chicos con discapacidad digámoslo así, dónde ellos pudiera definir las metas que se podían trazar en aspectos fundamentales de la vida. En eso había una meta de trabajo, Laura no tenía trabajo y no tenía dinero,  me dijo: Yo quiero montar una fábrica de guacamole y con eso empiezo a trabajar. Este proceso que está arrancando le está permitiendo convencerse de que ella a través de una actividad laboral, puede desarrollar un sueño ¿cierto? Desarrollar una actividad que le guste mucho, ponerla afuera porque ella quería vender, ella quería que le llegara a la gente y fuera de eso ella quería saber que podía recibir dinero de eso. Ella no administra el dinero pero es consciente que recibe dinero y entre las dos tomamos las decisiones de qué hacer con ese dinero, porque parte del proceso de formación en capacitación con ella es enseñarle a tener un criterio para manejar el dinero. Ella ya toma decisiones, una parte la ahorra, otra me ayuda a mí con los gastos de las casa (…) es un proceso pero ha avanzado increíblemente en lo que es el conocer las cualidades de un trabajo, ya tiene rutina, ya tiene disciplina (…) yo soy feliz sabiendo que está realizando sus sueños.

-Hablando de ese propósito ¿considera usted que este proceso ha ayudado a la independencia de Laura? ¿Por qué?

Muchísimo. Eso refuerza mucho de manera transversal el proceso educativo de Laura, porque alrededor de eso mira, yo la tengo que poner a planear, entonces ella planea. Tiene que hacer todo el proceso de preparación, pesa en una balanza, adiciona, entonces toda la parte de gastronomía la desarrolla y es capaz de hacerlo sola, y para eso está tendiendo a tener criterio de cómo se administra el dinero  y a valorar el dinero. Todos los días le refuerza cosas solo el hecho de ya tener una responsabilidad.

-¿Considera que hay oportunidades en Colombia para personas con síndrome de Down?

Pues yo pienso que hay unos avances muy chiquitos, pero que hay unos casos en los que si hemos avanzado pero donde eso es un tema que tenemos de duda. Yo creo que eso lo tenemos que desarrollar muchísimo más, sin tanta timidez, sin tanta restricción, sin esas limitaciones que se las ponemos nosotros. Estos chicos están llenos de ideas y de capacidades para hacer cosas pero no encuentran las opciones donde desarrollarlas, o porque los papás no se las dan o por las limitaciones que ponemos los papás, y lo otro es el acceso que tienen en procesos de inclusión laboral, no todo el mundo está dispuesto a vincularlos laboralmente, yo creo que eso es un tema que necesita muchísima consciencia, muchísimo impulso, porque las capacidades que estos chicos tienen son de aprovechar.

-¿Qué consejos les daría a los padres con hijos de síndrome de Down?

Que se dediquen a conocerlos muy bien, que renuncien a ser los protagonistas de la vida de estos chicos (…) ellos son y son tienen que asumir el protagonismo de la vida de ellos, y la responsabilidad; nosotros ser un apoyo para la vida de ellos, la vida de ellos, no de nosotros. Uno debe reconocer que uno no es el centro, que el centro de ese ser humano son ellos y que uno es un apoyo que le facilita un entendimiento y un polo a tierra, pero uno estar a un lado, uno no puede asumir los protagonistas ni la responsabilidad de las decisiones toda la vida con ellas.

Hablamos con Laura y le preguntamos cuál es su sueño, a lo que ella respondió:

Estudiar gastronomía y que me vaya bien en el negocio (…) me gusta cocinar, le pongo el corazón y el ánimo (…) el sabor y conocer el producto.

Culminando la entrevista, doña Diana dio un  consejo a todos los padres con hijos en condición de síndrome de Down “invito a los padres a que el mundo de posibilidades y oportunidades que tienen estos chicos debe ser más fuerte que el mundo de miedos en el que se suman. Apoyen sus sueños“.

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