Las casas anarquistas han emergido en diferentes partes de Europa desde principio mismo de esta ideología como unos espacios de carácter social, político y comunitario enfocados en la difusión y practica de las ideas anarquistas para vivir como comunidad libre. En estas casas se suelen realizar talleres de diferente tipo como audiovisual, mecánica, cocina, estampación, agricultura, panadería y literatura; además de periódicos independientes, fan-zines, foros, conversatorios, ciclos de cine, fotografía, lecto-escritura y politología.
Algunos de los predios donde hoy en día existen casas anarquistas han sido adquiridos de manera ilegal a través de la ocupación fortuita o intencionada inspirada por las casas del movimiento ‘’Okupa’’ o ‘’Squatts’’ como se les conoce en Inglaterra. Este movimiento de la ‘’okupación ‘’ surge en los años ochenta con la intención de invadir y habitar aquellos espacios deshabitados temporal o permanentemente para convertirlos en centros de vivienda sociales capaces de auto gestionarse y así defender el derecho a la vivienda pese a las dificultades sociales y económicas de las personas pobres frente a la propiedad privada, eso si, siguiendo una única línea política: El anarquismo. La diferencia entonces entre ocupar y ‘’okupar’’ se encuentra en el carácter político de esta última acción, en la que la toma de un edificio o predio abandonado no es sólo un fin sino también un mecanismo de denunciar el abandono del estado e incluir –En la medida de lo posible- a la comunidad cercana y la primera que consiste únicamente en la apropiación ilegal con fines particulares y sin intención política alguna.
Casas Anarquistas en Medellín
En la ciudad han sido pocos los espacios destinados a las actividades anarquistas de cualquier índole, sin embargo, aunque efímeros y escasos si han existido y aun existen, o mejor dicho resisten, debido a lo difícil que puede llegar a ser su sostenimiento en algunos casos.
Juan Camilo Gaviria es un anarquista paisa que participo desde el año 2011 hasta el 2013 en el ya inexistente ‘Centro Social y Cultural Libertario’ que solia estar ubicado en el barrio ‘El Salvador’ al oriente de la ciudad y actualmente es uno de los fundadores y arrendatario del inmueble donde funciona la casa cultural libertaria ‘El Hormiguero’ ubicada en la Carrera 44 #41ª – 24, barrio Niquitao. El accedió a responder algunas preguntas allí mismo en la casa:
– ¿Cuándo se fundo ‘El Hormiguero’?
JC: ‘’Esta casa se fundo en julio del 2015’’
– ¿Cuál fue el objetivo de fundar ‘El Hormiguero’?
JC: ‘’Poder tener un sitio donde encontrarnos, organizarnos, rebelarnos y emanciparnos a través de la colaboración y la autogestión.’’
– ¿Qué tipo de actividades se llevan a cabo aquí?
JC: ‘’En ‘El Hormiguero’ se realizan exposiciones de documentales y películas, talleres variados, por ejemplo de defensa personal y de mecánica de bicicletas, además de conversatorios, tertulias, lectura de cuentos, foros y hasta organizamos conciertos de punk. También realizamos la revista ‘Marabunta’ con contenido libertario y contracultural y tenemos unas pequeñas pero sustanciosas biblioteca y videoteca a las cuales se puede acceder de manera gratuita y que esperamos podamos ir expandiendo y popularizando ’’
– ¿Cómo se logra financiar este espacio?
JC: ‘’Los fondos se recaudan de diferentes maneras. En una de las habitaciónes de la casa funciona un taller de mecánica de motos que pertenece a uno compañeros y en otra habitación mi novia y yo tenemos una pequeña productora audiovisual independiente, así generamos recursos y entre los tres logramos cubrir servicios y arrendamiento. También realizamos actividades como comelonas y venta de material libertario como fanzines (Revistas caseras), libros y videos que nos ayuda a conseguir recursos.’’
– ¿A que otros espacios anarquistas has estado o estas ligado en este momento?
JC: ‘’Hubo un tiempo que estuve en el colectivo ‘’Desalambrando el Pensamiento’’ que se dedica principalmente a la defensa de la tierra y a la enseñanza de agricultura en la ciudad, es decir huertos artesanales sintrópicos en interiores y en exteriores como terrazas y jardines. También se que existe el colectivo ‘ Colaborativa Autónoma La Manada’ dedicado a la enseñanza, elaboración y venta de panadería y pastelería vegana y accesible.’’
Concluimos entonces que este es otro ejemplo de como las personas pueden adueñarse de su entorno, sea que formen espacios de tipo anarquista o no, estos centros sociales sin animo de lucro no oficializados por la alguna institución estatal siempre apuntan al intercambio gratuito del conocimiento y al mejoramiento de las poblaciones cercanas. ¿Considera el lector que estos espacios realmente funcionan y logran su cometido?