Patrimonio de la ciudad

Amenazada la tranquilidad del Parque Bolívar

Por: Luisa Fernanda Alzate Sánchez

La inseguridad, los habitantes de y en la calle, y el comercio sexual amenazan la tranquilidad del Parque Bolívar en la ciudad de Medellín. Los ciudadanos y las autoridades locales conocen las problemáticas sociales que hoy por hoy se viven en el sitio, aun así, no se han implementado todavía las medidas correctivas para abordarlas.

La Gerencia del Centro, cuya oficina se encuentra adscrita a la Alcaldía Municipal y cuya funcionalidad es la de articular o servir de puente comunicativo entre la comunidad y la Alcaldía, en la actualidad no ha empezado a ejecutar los programas de prevención y tratamiento, requeridos para recuperar el espacio y devolver a la ciudadanía la tranquilidad del parque.

Jorge Giraldo, asignado recientemente como gerente del centro, dice que “para tratar las diversas problemáticas del Parque Bolívar, por directriz del alcalde y por la preocupación general que hay de la situación del centro, se viene desarrollando una estrategia de intervención integral que en el corto plazo se estará dando a conocer y será aplicada para intervenir, en aras de mitigar, atacar y poder erradicar una cantidad de situaciones que se presentan allí como la explotación sexual, de niños, el proxenetismo, el habitante de calle y en la calle”.

El gerente del centro indica también que “para un símbolo tan importante como es el parque Bolívar en la ciudad de Medellín, es necesario tocar las puertas de las entidades municipales para que por ejemplo Espacio Público, Secretaría de Gobierno, Secretaría de Medio Ambiente, entre otras, intervengan y recuperemos con todos los programas de ellos, la superación y la seguridad del parque.”

Por su parte, Espacio Público y la Policía Nacional, ambos entes interventores del Parque Bolívar, destacan sus actividades de control y regulación para brindar a la ciudadanía la confianza necesaria para visitar el lugar y disfrutar de un espacio históricamente reconocido en la ciudad de Medellín, en el que se lleva a cabo la popular feria artesanal Sanalejo, el primer sábado de cada mes, y en el que se encuentran ubicados la Catedral Metropolitana y el Teatro Lido.

Elida Muñoz, trabajadora de Espacio Público comenta que “nosotros tenemos que regular toda la ocupación del espacio público en toda la ciudad de Medellín, Entre ellos la comuna 10 y por ende el Parque Bolívar. Con este parque, hacemos unos controles de regulación, seguimiento a los comerciantes, operativos en caso tal que haya que hacerlos en compañía de la Policía para fijar un desarrollo de actividades como Sanalejo dentro del marco regulatorio como lo son los decretos 327 y 726”, estos últimos con los cuales se reglamenta el tratamiento de desarrollo urbanístico y el registro mercantil.

No obstante, los esfuerzos de estos organismos por presentar una realidad diferente, parecieran no ser efectivos para aquellas personas que como Luz Álvarez, vendedora ambulante del lugar, permanecen diariamente en sus alrededores: “el parque se ha dañado mucho, hay mucho desechable, mucho gamín, mucho ladrón, falta mucha más autoridad como por ejemplo la policía que casi no pone cuidado. Aquí la gente viene y les roban o pasa algo y la policía llega cuando todo el mundo calma la bronquita”.

El Parque Bolívar es un espacio de todos y para todos que necesita de manera inmediata la intervención y participación de una suma de esfuerzos, que encaminen el cambio y el bienestar social de todas aquellas gentes que hoy en día cuentan una y más historias de vida del mismo lugar que “en alguna época cercana, llegó a ser considerado uno de los espacios más peligrosos del Centro de Medellín.”  Esto último de acuerdo con información contenida en el artículo publicado en el sitio web de la alcaldía de Medellín, escrito por Cristina Cardona y titulado “Los ‘dolientes’ de un Parque llamado Bolívar”.

Uncategorized