Las nuevas tendencias del arte: un asunto de ciudad

En Medellín el arte cambió. Encontrar nuevas expresiones como la ilustración, el graffiti, el performance y las instalaciones artísticas implica entender las nuevas dinámicas con las tendencias en este campo, espacios, formas, nuevos talentos y caminos que los cánones de esta práctica ya no controlan.

La relación de la ciudad con el arte siempre ha existido. Fueron los grandes industriales de Medellín quienes a finales el siglo XX promovieron una tendencia en los antioqueños por la apreciación artística; y de la mano de programas como las Bienales de Coltejer, espacio pensado para impulsar los talentos locales en la indagación artística y desarrollar nuevas tendencias. “La Capital de la Montaña” estuvo en la mira nacional e internacional como promotora de las bellas artes.

Hoy por hoy, el panorama cambió con la proliferación de estas nuevas tendencias artísticas pues desplazando la forma de percibir y entender el arte, supusieron una ruptura con las formas ortodoxas y elevaron la discusión sobre el arte emergente y las manifestaciones de esta clase, la ciudad debía o podía tener.

De esa manera, el Academicismo y el Empirismo como las corrientes ortodoxas en esta práctica, difundieron una manera propia para expresarse. El academicismo teniendo a su favor elementos como las financiaciones, los espacios y los artistas más notables y el empirismo con prácticas clandestinas, artistas poco conocidos y bajos presupuestos.

Para Santiago García Tobón, diseñador gráfico, ilustrador y muralista, «el arte se ha transformado». Sus más de 5 años en la escena artística le hacen creer que «el público ha impulsado el arte. La gente se inquieta más por un dibujo en plena avenida o plasmado en un edificio que yendo a un museo, es como si la gente buscara conectarse más con las obras».

Él asegura que: «la práctica artística es mejor recibida ahora, pues el uso de arte se ha diversificado y ya no solo se trata de crear para mostrar, también se ha instaurado como un negocio. Pues según Santiago:» los restaurantes, bares, hoteles, las empresas… todos ellos quieren tener algo que ver con la novedad artística e imprimirla en su imagen». De esta manera, el «nuevo» arte puede debatir espacios y ser una alternativa a las tradicionales formas artísticas, arrebatando la exclusividad al arte habitual.

No es casualidad para la sociedad actual recibir de otra manera esta clase de manifestaciones, la ciudad de Medellín es promotora en la transformación urbana, incentivando un centenar de grupos y colectivos que le apuestan a este cambio; como es el caso de Corporación Galería Urbana, quien creó el Foro de Arte Urbano «Pictopia», una iniciativa para realizar intervenciones en espacios públicos, generando así un proceso de gentrificación.

Por eso, tanto las prácticas como los artistas asumieron otro rol en sus trabajos, ofreciendo una alternativa en quienes no son propiamente consumidores del arte o quienes no han tenido un acercamiento con él, y ampliando el espectro para la apreciación.

Camila Santafé Pérez, una ilustradora empírica con cerca de 3 años ilustrando, encuentra en este arte sensibilidad y gracia. Según ella la ilustración es fuerte actualmente debido a la gran difusión que las piezas tienen y su punto a favor “es que pueden expresar la realidad actual y crear contexto” en relación a como son percibidas las antiguas manifestaciones y obras.”

Ella reconoce en la parte visual de su práctica un impacto, sin embargo, aclara que con el auge digital “se imposibilita la parte tangible de lo que hace y dificulta su práctica”.

Debido a proliferación de artistas, grupos y la aparición de estas nuevas tendencias artísticas en la ciudad, la Alcaldía de Medellín abrió una convocatoria que busca reconocer y fortalecer el imperante sector cultural y artístico, pues también es un medio que brinda una participación ciudadana a un sector en crecimiento.

La subsecretaria de Arte y Cultura de Medellín, Lina Botero Villa, declaró que se está entregando a través de la convocatoria pública más de 6 mil 900 millones de pesos, en una convocatoria que tendrá tres fases para implementar en el amplio sector.

A pesar de estos planes, según cifras del DANE, el 70 % de las personas dejan pasar este tipo de convocatorias para poder implementarlas en el sector cultural. Los nuevos colectivos y artistas emergentes podrán fortalecer y visibilizar obras y trabajos  con el fin de equilibrar la balanza en relación al segmento del arte que tiene todos los beneficios.

Para Joaquín Franco Gaviria, coordinador del área de negocios y área musical de la Corporación Arte Vivo, el reconocimiento de estas nuevas tendencias artísticas y el sostenimiento de las mismas, debe pasar por la formación de públicos. Según Franco «una cultura conservadora no se inclina por lo nuevo y ni las herramientas, ni la formación artística o las técnicas pueden impulsar las nuevas formas»

Para él, el verdadero ejercicio de la apreciación artística es la formación de públicos, pues a pesar de que las nuevas artes sean más atractivas para la sociedad, son los medios, y el Estado quienes aún favorecen los espacios culturales y artísticos habituales, lo que vuelve insolvente el nuevo arte.

Finalmente, y con el objetivo de sincronizar estos aspectos diversos del arte, la ciudad ha realizado cada 4 años el MDE, un encuentro internacional para visibilizar las diferentes dinámicas, artistas y la metamorfosis que ha atravesado Medellín en sus prácticas culturales.

La iniciativa pretende ilustrar e intervenir espacios en diferentes lugares geográficos de la ciudad, con prácticas artísticas basadas en la idea del arte contemporáneo que busca insertar obras en espacios no tradicionales  y relacionar un campo diverso con la ciudad que lo contiene.

 

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