Punk, libertad y hermandad en el Grita Fest 2025

Por: Daniel González

El segundo día del Grita Fest 2025 fue un estallido de energía y resistencia. Desde las primeras horas de la tarde, el ambiente se cargó de emoción, guitarras distorsionadas y una sensación compartida de que el punk no es solo música: es una forma de vida. Entre gritos, saltos y coros colectivos, el festival vivió una jornada que reafirmó al punk como liberación, desobediencia y hermandad.

Durante el día, los sonidos del punk rock, el country punk y el hardcore punk marcaron el ritmo de un público que vibró al unísono. Las bandas locales Peloegato, Repudio y Sick Morgan encendieron los primeros pogos con presentaciones que mezclaron potencia y autenticidad, dejando claro que en Manizales el punk tiene raíces sólidas y un futuro que se construye desde la independencia.uego fue el turno de agrupaciones nacionales como Mortis y Los Desalmados y Pániko Satániko, quienes pusieron el escenario a arder con letras cargadas de inconformismo, ironía y crítica social. Cada verso fue una declaración de resistencia, una forma de gritar lo que muchos callan.

El cierre de la jornada estuvo a cargo de las bandas internacionales Appendix (Finlandia), Cro-Mags (Estados Unidos) y Envidia Kotxina (España), que demostraron por qué el punk trasciende fronteras y generaciones. Su presencia sobre el escenario fue un recordatorio de que este movimiento sigue siendo un refugio global para los inconformes, un espacio donde la rebeldía se convierte en identidad.

Más que un concierto, el segundo día del Grita Fest fue una catarsis colectiva. Cada acorde, cada grito y cada encuentro en el pogo construyeron un sentimiento de comunidad entre quienes encontraron en el punk un lugar para existir sin máscaras ni juicios.

El Grita Fest 2025 dejó claro que la desobediencia también puede ser arte, y que en el ruido del punk hay algo profundamente humano: la necesidad de decir, de sentir y de resistir.

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