Eran las diez de la noche de luna llena. Nadie sospechaba lo oscuro que sería la noche. En la casa de Jaime Cuartas seguía sonando la música a todo timbal, como si quisieran no dejar dormir por el sector. Carlos, con tan solo 16 años, se encontraba ahí. No quiso negarse a la invitación de su amigo, después de convencerlo con la propuesta, todo sería por cuenta de él y pasarían un rato diferente con un grupo de amigos.
Carlos por su entusiasmo, no espero. Le dio curso a su primer trago. Por un momento arrugó su rostro, con aparente normalidad. Pero empezó a sentir como reaccionaba el alcohol en su cuerpo. El trago quemaba su garganta. Esta fue la señal que algo grave ocurría, sin embargo, él siguió la fiesta. En medio del regocijo con su grupo de amigos, llegó el segundo trago, pero esta vez se aceleró la sensación misteriosa y desagradable. Lentamente iba quemando por dentro, combinado con un dolor de cabeza insufrible, solo pensó en salir corriendo al baño sin comprender lo que ocurría. La vida de Carlos estaba dando un giro no esperado.
Nadie se había percatado de lo sucedido. Pasaron minutos cuando su compañera de fiesta, Juanita Sánchez, se preguntaba “- ¿Qué pasa con Carlos?, “- ¿Por qué se demora?, de inmediato ella salió hacia el baño y quedó sorprendida con lo encontrado. Había sangre por todos los lados; Carlos estaba inmóvil, tirado en el piso, completamente pálido, en un estado que causó mucha angustia e impotencia. Juanita se llenó de fuerzas y buscó un taxi para llevarlo al Hospital San José de Bogotá. Carlos no veía nada, sólo alcanzó a percibir a sus compañeros de fiesta quienes también habían entrado en el mismo estado y se encontraban tirados en el piso.
Carlos se encontraba totalmente inconsciente, en una camilla, sin saber cuál era la realidad de lo ocurrido. A los 12 días despertó y en ese momento preguntó triste y confundido “-¿Dónde estoy?, pasaron unos segundos y hubo una pregunta más “-¿Qué le pasa a mis ojos?, todo era oscuro a su alrededor. El Doctor Luis Carlos Mayor, Jefe de Médicos encargado del proceso respondió: “-Usted tuvo una grave intoxicación, sus ojos perdieron visión, quedará ciego y sus piernas quedaron inmóvil, por el resto de su vida.” Entre llanto, desespero e impotencia, le tocó aceptar esa realidad cruel de su vida. Después de unos segundos, moviendo la cabeza le expresa al médico, que esto no pasará con él, mostrando con su gesto un acto de esperanza.
Según el Médico cirujano y Químico, Enrique Caicedo Flórez, las consecuencias graves que puede tener el consumo de licor adulterado, mínimo ocasiona daño del nervio óptico y la persona queda ciega de por vida. Y si la ingesta es mayor, produce necrosis o muerte de neuronas, el celebro se empieza a hinchar, ya después no cabe en la bóveda ósea o cráneo, trata de buscar salida por el agujero occipital, ocasionando una compresión al cerebelo, donde quedan los centros respiratorios, y el paciente muere de forma fulminante con un paro respiratorio.
Salir adelante un propósito de vida.
Después de nueve meses internado en el Hospital, finalmente Carlos fue dado de alta. Pero lo embargaba la incertidumbre de cómo sería su vida en adelante. Fueron muchos años de estar bajo el cuidado de sus padres. Un día se levantó de la cama y dijo: “-Ya es hora de hacer algo por mi vida, voy a ingresar a la escuela”. Así fue, Carlos comenzó a asistir a la escuela, aprendió la metodología del Braille y allí conoció a su actual esposa con ella vive hace 22 años y tuvo dos hijas. “-Me siento agradecido con Dios, el me premia,” -expresa Carlos con alegría-.
Sus médicos de proceso ayudaron a Carlos a salir adelante de la crisis. El Físico Motriz Carlos Enrique Fonegra, en constantes terapias fue logrando en Carlos una leve movilización en sus piernas. Liliana Suarez Fonoaudióloga estuvo en el proceso de rehabilitación y su proceso fue tan satisfactorio que hoy da su testimonio de vida.
La Psicóloga, Laura Franco Amarís, de la Universidad Católica Luis Amigo, trabaja con el programa “Toma el control de tu vida” comenta, las personas que quedan en este estado, deben tener un acompañamiento esencial, no sólo por parte de un psicólogo, sino, un trabajo en equipo interdisciplinario, por las diferentes secuelas que sientan en estas personas y su adaptabilidad a la sociedad, con sus diversas condiciones.
Carlos después de 33 años, recorre las calles con un bastón en la mano guiando sus pasos. Su transporte preferido son los buses, porque no le gusta usar el metro. Sus expresiones son de alegría, su manera de decir las cosas es entre risas y chistes. “-yo ando como las hormiguitas por arriba y por abajo”. Añadió Carlos.
El no volvió a saber de quienes lo acompañaron el día de la fiesta, del único que supo fue de Jaime Cuartas el organizador de la fiesta, el que dio banquete de comida y licor, falleció al ingerir licor adulterado. En su estado de crisis nunca volvió a saber de ellos y entre risas solo expresa “-Nunca más los volví a ver.”
En el reporte de la Federación Nacional de Departamento los resultados muestran que el 24% del licor consumido en el país es ilegal. Esto muestra que no existió un cambio significativo en los niveles de la ilegalidad del licor en Colombia. Del total de alcohol ilegal, el 30% corresponde a contrabando mientras que el 70% corresponde a licor adulterado, lo que representa un estimado de 1.5 billones de pesos que dejan de recibir los departamentos por causa del contrabando del alcohol ilegal. El alcohol metílico o alcohol de madera es la más preocupante, es altamente toxica para el organismo. Las bebidas alcohólicas con mayor consumo en Colombia son las que más adulteran o falsifican.
Da charlas de su testimonio en colegios y universidades. Trabaja vendiendo lápices que le proporcionan la ayuda económica para llevar el pan de cada día a su casa. “Soy feliz, dando mi testimonio a personas que realmente quieran superarse como lo he hecho yo, y yo sé que alguna palabrita se les quedara” manifestó.
La Policía Nacional utiliza unas estrategias para contrarrestar el fenómeno del licor adulterado. No es simplemente la adulteración, son otros aspectos como la falsificación y la imitación de los productos que directamente repercute en las finanzas de la renta del Departamento, los cuales son enfocados a la educación y al deporte.
El patrullero Neptali Acevedo agrega “los licores fraudulentos no son potables ni son sometidos a las medidas de asepsia”, razón por la cual causas tantos estragos en la sociedad. Los lugares de mayor expendio de licores ilegales son los bares y las discotecas. De acuerdo con las estimaciones del estudio, aproximadamente el 28% del licor consumido en bares y discotecas es ilegal, seguido de licorerías y tiendas de barrio donde el 20% del total de licor vendido es ilegal.
Recomendaciones al comprar licor, por parte de la Policía Nacional.
Primer paso al comprar licor, es mirar el lugar. Comprar el licor en sitios reconocidos y de confianza. La tapa que tenga su sello y que los logos alineen muy bien. Los sellos tengan la fecha, la hora y la máquina que envaso el licor. Dependiendo del lugar de la fábrica y su seguridad lo que permite evitar un poco la adulteración, la cual a las personas que adulteran se pueden limitar hacer estos actos que atentan contra la vida de las personas.