Ni un peso menos para la mujer


Por sus capacidades la mujer puede cooperar y aportar significativamente a cualquier actividad social. Su ímpetu y constancia en el trabajo justifican la abolición de toda inequidad y de tener a favor inmensas oportunidades económicas. Muchas mujeres son íntegras, capaces e idóneas para liderar una organización, o simplemente sus propias vidas de manera justa.

Según el DANE, en Colombia las mujeres ganan un 20.2 por ciento menos que los hombres, incluso si desempeñan funciones similares. Es una de las desigualdades salariales de género más altas en América Latina, cuya tasa promedio es del 17 por ciento.

El desarrollo laboral y la independencia económica son pilares fundamentales para finiquitar la brecha de género. Actualmente las mujeres han alcanzado rangos laborales de vital importancia en la sociedad, aunque su ocupación no sea remunerada de manera equitativa.

«Es cuestión de dar prioridad al fortalecimiento económico de la mujer como un objetivo clave», comentó la vicedirectora de ONU Mujeres, Lakshmi Puri, a propósito de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que se enfocará en la «Mujer en el Mundo Cambiante del Trabajo».

La discriminación es un factor corrosivo del empoderamiento femenino porque obstaculiza el reconocimiento de los méritos y contribuye a la cultura patriarcal arraigada desde los comienzos. Las mujeres tienden a tener menor acceso a las instituciones financieras, con un total del 47 por ciento a nivel mundial. Al contrario de los hombres quienes el 55 por ciento poseen una cuenta en una institución financiera formal, de acuerdo a cifras estadísticas del Banco Mundial.

En la II Cumbre Empresarial de las Américas se hizo énfasis desde una perspectiva de desarrollo, la igualdad entre hombres y mujeres ayuda a reducir la pobreza y genera mayores niveles de capital humano para las generaciones futuras.

Es necesario luchar para suprimir la segregación ocupacional. Impulsar a las mujeres a diversificar sus habilidades laborales e ir en la búsqueda de nuevas esferas de crecimiento económico es una forma de hacerlo. El objetivo es dejar atrás la parálisis que impide la innovación y el avance de sus vidas.

“Las mujeres están para hacer propuestas, para debatir, argumentar y no solamente para tener presencia simbólica” argumentó la senadora del Partido Alianza Verde, Claudia López, durante la segunda versión del encuentro “Paz: Palabra de mujer”.

La labor de la mujer debe ser vista como un factor trascendental para la transformación de la sociedad, independientemente si ocupa cargos altos o proyectos de emprendimiento propios llevados a cabo desde casa. El inmarcesible esfuerzo de su trabajo, sus aportes y opiniones a cualquier situación en particular del diario vivir, o simplemente la sonrisa que brinda en el momento justo, son aspectos que inciden y engrandecen el progreso de toda actividad.

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