La División Mayor del Futbol Colombiano, DIMAYOR, inició el proceso de enrolamiento con el cual busca aumentar la seguridad al interior de los escenarios deportivos del país. El proceso está en su etapa inicial, comenzando por las ciudades de mayor asistencia a los estadios: Medellín, Cali, Barranquilla y Bogotá. En la capital antioqueña el proceso comenzó el 29 de julio de 2017.
Iván Novella, gerente deportivo de la DIMAYOR, explicó por medio de una serie de cuatro videos, publicados en el sitio oficial, en qué consiste el enrolamiento. “El proceso de enrolamiento es el requisito que deben cumplir todos los aficionados para empezar a ingresar a los estadios a partir del mes de noviembre”. Según Novella, los hinchas deberán suministrar los datos requeridos por la ley para proveerles el carnet con el cual serian habilitados para entrar a los diferentes estadios del país.
El único requisito necesario para enrolarse es presentar la cédula de ciudadanía, si se es mayor de edad. En caso de tener entre catorce y diecisiete años el documento de identidad acompañado de un permiso firmado por los padres de familia.
Novella informó también que a partir de la siguiente fase de la Liga Águila del 2017, para quienes habitualmente ingresan a las tribunas populares en los estadios en Colombia, será obligatorio presentar el carnet. Para quienes esporádicamente asistan a los escenarios se dará una gabela de hasta tres partidos; después del cuarto partido será necesario estar enrolado. Lo no mencionado por el gerente en su comunicado es el cobro para poder enrolarse, 11.900 pesos. Este monto en un comienzo no fue informado y el usuario se enteraba a la hora de expedir el carnet.
Desde la alcaldía de Medellín se venía adelantando un proyecto similar. Mateo Escobar Valencia, coordinador del proyecto ‘cultura de futbol’ de la ciudad, confirma que la alcaldía y la DIMAYOR hicieron una especie de alianza. En dicha alianza la DIMAYOR suministrará las fotos tomadas de los aficionados a la alcaldía. Estas irán a una base de datos, para posteriormente permitir una mejor identificación de los individuos.
El estadio Atanasio Girardot es pionero a nivel de tecnología, es el único con reconocimiento facial; lo cual permite identificar quienes ingresan y quienes provocan algún tipo de riña o agresión al interior de este. El proyecto “estadio seguro” cuenta con 134 cámaras de identificación biométrica, distribuidas en todas las puertas, y unas perimetrales apuntando hacia las tribunas, también cuenta con un cuerpo policial distribuido en anillos desde las afueras hasta el interior del escenario deportivo. Todo esto es controlado desde el PMU (Puesto de Mando Unificado).
La alianza, más la seguridad del estadio permitirá identificar de una mejor manera quienes entran a este y quienes no pueden ingresar. Son más de 700 personas sancionadas por la ley del futbol (1445 de 2011), pero estas personas continúan ingresando por cualquiera de las treinta seis puertas del Atanasio Girardot, por no tener plena identificación de ellos. Llevando las fotos a una base de datos se pondrá en marcha la instalación de unos torniquetes con tecnología, la cual genera el auto bloqueo de estos al identificar a un sancionado. La inversión para estos torniquetes ronda la cifra de los 3000 millones de pesos.
Líderes de las barras más representativas de ambos equipos de la ciudad opinan sobre el proceso. Los representantes de Los Del Sur y la Rexixtenxia Norte, concuerdan en diferentes opiniones.
Ven como innecesario la expedición de un nuevo carnet, el cual tiene datos similares a los encontrados en los diferentes métodos de identificación de los ciudadanos colombianos. Así mismo expresan el rechazo al cobro de 11.900 pesos del proceso.
Pero quizás y en el argumento más retomado por ambos es el del trabajo social necesario para expulsar el imaginario de violencia en el futbol. Argumentan que la violencia se encuentra vigente en la sociedad y cualquier integrante de ella puede asistir a un estadio de futbol. Para acabar con este término persisten en un proceso de sensibilización para todos los ciudadanos, en cual se reconozcan las diferencias tanto de ideologías como de colores de camisetas.
José David Castrillón, encargado de la organización de los partidos tanto de local como de visitante del equipo rojo y representante ante los medios públicos desde hace seis años, aclara sobre el proceso de enronlamiento puntos positivos así como negativos “el enrolamiento puede servir para minimizar conflictos dentro de un escenario deportivo. Pero la DIMAYOR lo está cogiendo como algo económico, se está desviando y está demostrando que lo toma como un negocio”.
José, como lo llaman sus amigos, se plantea la pregunta ¿para qué un tercer carnet? En repuesta argumenta: “la información que va tener el carnet de la DIMAYOR se encuentra en la cedula de ciudadanía de los colombianos, en los pasaportes de los extranjeros y en el caso del Deportivo Independiente Medellín en sus abonos”. Añade además el desacuerdo por el incremento de los costos de un espectáculo como el fútbol.
Castrillón concluye, el verdadero cambio está en la sociedad. Teniendo en cuenta que esta es sola una y dentro de ella hay diferentes tipos de personas. Se debe invertir más en la sensibilización y en el trabajo social con las hinchadas.
Por su parte Wilson Buitrago, miembro del comité central de Los Del Sur desde el año 2011, califica el proceso como una “estrategia propia de los estados totalitarios”, pero no deja a un lado el deber de participar como barra. A pesar de apoyar el proyecto considera como una falta de respeto el hecho de cobrar. “Nosotros pagamos para entrar al estadio, no para poder entrar. No para poder comprar la boleta y entrar”.
Wilson, quien también es politólogo, propone una solución, la cual puede apoyar el proceso “la estrategia seria fortalecer proyectos culturales, deportivos, participativos, productivos especialmente. Que todo esto redunde en que tengamos una sociedad civil mucho más sensible y consciente para limitar las expresiones de violencia”.
Buitrago no le augura fracaso a la estrategia del enrolamiento. Apunta como punto positivo del procedimiento la identificación de un infractor, esto permitiría las sanciones individuales y dejaría a un lado la estrategia calificada como “fatal y nefasta” de las sanciones colectivas. Y señala como punto negativo, el origen del proceso de enrolamiento, basado en el Informe Taylor.