Una de las grandes ventajas en el deporte colombiano es el reconocimiento otorgado a los jóvenes dentro de su proceso como deportista. Así mismo, en cada una de sus disciplinas. Por el contrario, una de sus desventajas es la falta de apoyo económico a quienes están comenzando su carrera deportiva obligándolos a desertar en su meta.
Según Diego Alejandro Jurado, actualmente profesor de escuelas populares del deportes del Inder, existen varios beneficios en el mundo deportivo, pero sin lugar a dudas uno de ellos es poder vivir del él. «Para muchos no es un secreto que en Colombia los apoyos se ven después los triunfos y que para un joven que apenas está empezando su vida como deportista se convierte en una lucha constante por conseguir una estabilidad satisfactoria”.
Al respecto, Jhon Jaime Osorio, periodista deportivo asegura que si se puede vivir del deporte. Aclara que no todos los jóvenes deportistas de alto rendimiento lo logran, pero la mayoría sí porque cuando se llega a la alta competencia de categoría juveniles existen unos planes de estímulos, patrocinio y apoyo a través de diferentes programas nacionales, de Coldeportes y del Comité Olímpico Colombiano. Esto permite a un deportista de alguna manera generar una tranquilidad para su entrenamiento y su competencia.
En ocasiones con los resultados de cada deportista llegan los premios, auxilios, becas o en la mayoría de casos debido al rendimiento se los llevan para otra ciudad a continuar con su proceso en otros equipos, como le sucedió a Claret López Castañeda, un joven deportista de 17 años de la comuna 13 de Medellín, él que desde los 10 años practica futbol y quien fue visto por el profesor del Inder, Diego Jurado “Él venía a entrenar cada vez que podía, varias veces no tenía los pasajes suficientes para venir hasta aquí, entonces algunos padres de los compañeros decidieron contribuir económicamente para que el pudiera entrenar todos los días». Para clareth no ha sido fácil mantenerse por que en muchas veces no cuenta con un apoyo económico, entonces, esto lo ha obligado a perderse de muchas competencias.» La verdad para mí ha sido un esfuerzo estar donde estoy, le doy gracias a las personas que han creído en mi desde el principio» apunta López
Clareth fue enviado por parte de un equipo de Medellin a jugar en otro en Santa Marta, estando allá los primeros meses le llegaba su mesada correspondiente, al poco tiempo empezaron a retrasarse. “ Al principio todo era muy chévere por que me mandaban un salario mínimo y con eso pagaba donde me quedaba, la comida y cosas que necesitara, pero después se retrasaban y pasaba hasta 2 meses sin plata” debido a esto a Clareth le tocó devolverse para Medellín
Aunque el sector de la comuna 13 aún está marcado por el estigma de guerra, hace algunos años se ve reflejado el arte en cada mural y el entusiasmo en la cancha del Inder del Socorro, donde diferentes jóvenes que desde su diario vivir y desde sus cambios de acción están creando un mejor futuro.
Al igual que Clareth, Alejandro Hoyos es un joven de 15 años quien practica Ultímate, un deporte desconocido para muchas personas, pero para el Alejandro es algo fundamental en su vida. «Lo que pasa es que Ultímate no se ve todavía como un deporte grande en Colombia como lo es el futbol, el ciclismo, el patinaje, etc. Es por eso que no obtenemos la ayuda necesaria”, confiesa Hoyos.
Una de sus fortalezas que se vive dentro de esta disciplina es el espíritu de juego y la alegría que cada jugador transmite en la cancha, pero por otro lado está el lado amargo y es el mantener un ritmo de competencia alto para poder sustentarse por su propia cuenta.
El Inder, encargado de fomentar el deporte, la actividad física y la recreación del deporte; coordina el apoyo técnico a los deportistas destacados, provee el suministro de implementos y la disposición de los recursos tecnológicos y la infraestructura deportiva necesaria para el desarrollo deportivo, pero para mantener esta inversión es completamente necesario que los jóvenes en formación deportiva ganen medallas importantes y sean destacados. Para brindarles algún tipo de mesada es necesaria la medalla. Hernán Ferney Agudelo, sociólogo del Inder y quien hace parte de la dependencia de escenarios deportivos, afirma que este fenómeno se evidencia día a día en los diferentes barrios de Medellín. Afectando de esta forma a la mayoría de jóvenes, quienes se ven obligados a no perseguir sus sueños de ser deportistas porque no alcanzan los recursos económicos necesarios para vivir de ello. También apunta que es difícil empezar de esta forma si no se entrena día a día, pero para ello necesitan un apoyo desde el principio.
Según Coldeportes, actualmente son 218 los atletas colombianos quienes hacen parte del programa de apoyo al deportista de alto rendimiento o excelencia. 189 son llamados deportistas convencionales porque no tienen ninguna discapacidad física y 29 más son deportistas paralímpicos. Pero para participar del programa de Coldeportes también hay que dar resultados. Si no se obtienen los triunfos esperados se analizan las causas y si los pagos son muy básicos y con retrasos, muchos de nuestros nuevos deportistas prefieren desistir y no seguir con sus sueños de serlo.
Para Osorio no hay duda que el mayor obstáculo en las etapas de formación son los recursos económicos para poder dedicarle el tiempo suficiente y energías necesarias. Además, él afirma que los sistemas nacionales del deporte establecen como etapa de competencia la categoría juvenil, es decir, para los infantiles de alguna manera la ley no permite hablar de competencia si no de formación, recreación, festivales, etc. En este caso terminan siendo la formación del deportista, una inversión del padre de familia que en muchas ocasiones no le alcanza, y de esta manera se pierden grandes talentos. También apunta que lo que falta es respaldo, política pública, dinero y una estructura diferente en el sistema nacional del deporte.
Ser los mejores en un deporte es un trabajo de tiempo completo. Estos representantes debieron dejar en algún momento a un lado sus estudios, mientras otros como Clareth tuvieron que separarse por meses de sus familias porque muchas veces el único apoyo recibido para perseguir sus sueños se encuentra en territorios lejanos a su lugar de origen. Pero para un desarrollo integral de estos jóvenes debe un existir un apoyo desde el principio, que los incentive a nunca parar de luchar. Su mensaje para otros jóvenes quienes también están empezando en el deporte es perseverar y nunca parar. Si realmente es lo que les apasiona lo mejor es seguir compitiendo.