Los habitantes de la calle son vistos por la sociedad como seres sucios y enfermos, son mirados con desprecio, resistencia y miedo, no como seres humanos que, por circunstancias difíciles, en el momento se encuentran sin techo, sin abrigo y sin comida, seres carentes de afecto y de calor humano a lo que el profe “chucho” como es conocido don Jesús Gilberto Álzate, busca la manera de ayudarlos. Con la participación de su familia y algunos ex-alumnos comenzó el proyecto de la familia de Jesús, José y María

La FUNDACIÓN JUVENIL “FAMILIA DE JESHUS, MARIAH Y JOSEH” «nuestro objetivo principal como fundación es  trabajar con la familia por y para la educación, formación, asistencia, prevención, mejoramiento de la calidad de vida y bienestar de los niños, niñas y jóvenes de las ciudades de Colombia».

La fundación comparte la postura de Amartya Sen, en el sentido de que hoy el reto de un país como Colombia es lograr que toda la gente pueda construir efectivamente la vida desea como persona, como familia y como comunidad organizada. Es decir que se pueda gozar de una vida sana y longeva; construir y desarrollar una familia; participar activamente en la organización económica, política y social, y ser capaz de apropiar, crear y aplicar el conocimiento.

Según el Censo realizado por la Alcaldía de Medellín, Secretaria de bienestar social  y el DANE en el 2002 en Medellín Se encontraron 6.913 habitantes de calle  Censo de habitantes de calle y en calle de la ciudad de Medellín y sus corregimientos.«Nosotros como fundación buscamos cambiar esta realidad buscado la manera apropiada de llegar a estas personas y ayudar en su resocialización al encuentro con Dios y sus familias haciendo un acompañamiento constante»

La FUNDACIÓN JUVENIL “FAMILIA DE JESHUS, MARIAH Y JOSEH” trabaja con el acompañamiento del psicólogo Absalon, psicólogo de la institución educativa Jorge  Robledo y del ITM, quien es el encargado de realizar un acompañamiento desde su disciplina a los Ángeles de la calle como son llamados en la fundación.

Los fines de la fundación son»persigue fines para trabajar con la familia y sus miembros por medio de programas preventivos y ambientales, de educación o de reeducación, de salud, de atención social, de resocialización, terapias
ocupacionales y proyectos productivos que hagan de sus vidas formas útiles para ellos, sus familias o comunidades, y el fortalecimiento de su practica religiosa». ARTÍCULO 5.- Fines.-FUNDACIÓN JUVENIL “FAMILIA DE JESHUS, MARIAH Y JOSEH”.

La calle es un lugar donde llegan algunas persona buscando afecto una salida a las situaciones que muchas veces se presentan al interior de las familias como es el caso de Maria Victoria  (nombre cambiado por petición de la entrevistada)una mujer de 35 años  llego a vivir en la calle desde los 11 años. “vivo en la calle desde que mi mamá me saco de la casa cuando le conté que su esposo me violo, me echo porque según ella le estaba quitando el marido».

Como Maria hay muchas personas que están en la calle desde que son niños, se ven obligados en la mayoría de situaciones a consumir drogas para sobrevivir como lo expresa Maria, » es muy duro estar en la calle yo era solo una niña quería estar con mi mamá pero ella prefirió a su esposo antes que ami, todavía no entiendo por que me saco de mi casa».

Asi como Maria llegan muchas personas a la calle e para quedarse, encontrando relaciones gratificantes, afectivas en algunos casos y construyendo allí una comunidad afectiva, pero además enfrentando los embates del azar y de la marginalidad, de la pobreza y la exclusión; del maltrato y del dolor; del desplazamiento, la soledad y la orfandad, del delito y del ocio improductivo, de los psicoactivos, el pegante, la mendicidad y el rebusque.

Carlos y Sofia (nombres Cambiados) encontraron en la calle el amor y  viven en la calle con su bebe de tan solo 4 meses de nacido, Sofia vive en la calle desde que quedo en embarazo sus padres la echaron de la casa por enredarse con un indigente cuenta ella. Carlos hace lo posible para todas las noches pagar una habitación para su familia y que no pasen frío, el todos los días a rebuscarse la, vendiendo aguacates o cualquier otra fruta.

Carlos y Sofia cuentan como el profe chucho y la fundación los han ayudado, según ellos cada ves que van y les brindan un almuerzo un rato agradable,sienten que si tienen posibilidades de salir de esa situación que no quieren que su hijo viva en la calle y  buscan maneras de salir adelante. «ellos nos traen alegría, nos hacen sentir como personas, y juntos buscamos maneras para solucionar nuestra situación aunque en ocasiones es muy duro por que ya estamos metidos en el vicio pero hay que hacerle con la ayuda de Dios».

Edwin Carmona cuenta cómo es su experiencia al hacer parte de la fundación, » soy parte de esta fundación desde que conocí a «chucho» el profe, desde el 2012 que me invito a conocer el trabajo que el con la participación de algunos ex alumnos y próximos a graduar de bachiller de la institución educativa Jorge Robledo realizaban una vez cada 15 días para compartir un almuerzo, un diálogo un momento agradable con los ángeles de la calle».

Entre los integrantes de la fundación hay personas de diferentes profesiones como: psicólogos, profesores de colegio y  universitarios; ingenieros, trabajadores sociales entre otros, el equipo trabaja en conjunto para garantizar una atención integral a la comunidad. Como proyecto futuro tienen planeado comprar una casa para realizar las reuniones  y los encuentros preparatorios antes de interactuar con la población en situación de calle.