Integrantes:

Andrea Vega Oyuela – andrea.vegayu@amigo.edu.co

Laura Ospina Navas – lauraospina8@outlook.com

Ella es Fanny Palacio Velásquez, tiene 58 años de edad, es casada y tiene tres hijos, dos hombres y una mujer. Terminó sexto de bachillerato y estudió educación en la Normal Nacional de Jericó para ser profesora, pero Fanny toda su vida fue vendedora en distintas partes, y un día cualquiera su cuñado, Pedro Maya el dueño de Café Los Frailes y hermano del padre Hernando Maya fundador de la universidad, le dijo que si quería administrar el negocio y ella sin pensarlo dos veces aceptó; así fue como Fanny ingresó a la Fundación Universitaria Luis Amigó donde en enero va a cumplir 15 años de hacer parte de la institución.

Fanny es una mujer muy alegre, amigable y lo más importante para ella es su familia, por eso prefirió trabajar con su cuñado ya que es un ingreso familiar y expresó “que prefiere desgastarse con la familia que con los demás”.

Nos cuenta que el vendedor más antiguo en la Funlam es “pacho” el dueño de La Frutera, ubicada en el bloque 11; después llega Café Los Frailes y luego las cafeterías de la plazoleta central. Frailes empezó cuando construyeron el bloque 1 en el año 2002, fueron los primeros en ocupar ese sector, incluyendo las oficinas de tesorería, contabilidad, etc.; las personas que frecuentaban este bloque “eran contadas con una sola mano” decía Fanny.

Los cambios más significativos para ella en la universidad Luis Amigó han sido las construcciones, recuerda mucho cada edificación y cada paso que daba la Funlam en cuanto aspecto estructural; nos contaba que le afectaba un poco por el ruido de la maquinaria y el polvo que ésta generaba, pero los cambios físicos que ha tenido la universidad han sido a pasos agigantados y podemos observar el instituto educativo que contemplamos ahora.

“La universidad comenzó en puerta garaje” afirmaba Fanny, a medida del tiempo se ha ido expandiendo y ha cogido mucho prestigio a nivel académico.

Fanny mencionaba que antes era muy buena la convivencia porque eran muy poquitas las personas que frecuentaban el bloque 1 o Frailes; que eran como una familia, todos se conocían con todos y compartían muchas cosas (anécdotas, chismes, recochas, etc.). Ahora hay una gran población de estudiantes debido a que la universidad es más grande y ha tenido más reconocimiento, por eso escasamente Fanny intercambia palabras con uno que otro estudiante, pero a pesar de eso reconoce que la universidad ha progresado de manera rápida y efectiva.

La idea de un café surgió porque Pedro Maya trabajaba en la Federación Nacional de Cafeteros y se jubiló después de trabajar 36 años. Siempre les gusto el café y soñaban con tener un negocio que tuviera que ver con este producto; por eso empezaron a cultivar el café en Fredonia y venderlo.

El nombre de Los Frailes nace por la orden de Fray Luis Amigó del fundador de la universidad y porque unos frailes (pastores) fueron los que descubrieron el efecto del café, mientras pastoreaban las ovejas se dieron cuenta que se comían el cultivo y se ponían muy inquietas; de ahí surge una investigación que declara que el café es sinónimo de activación.

Fanny se siente apoyada por bienestar universitario ya que mantiene al pendiente de todas las funciones de los negocios y que todo marche a la perfección; los hacen participes de reuniones para hablar de precios, productos, calidades, entre otros; también los capacitan con charlas de sanidad.

Lo que más le ha gustado a ella de trabajar en la Funlam es mantener el contacto con los jóvenes, “así a veces lo despeluquen a uno, pero esta uno al día de todo, los jóvenes nos dan todo, las alegrías, las rabias, el saber, la imaginación” concluía Fanny.

 

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