Juan Esteban Caro Restrepo – Juan.carore@amigo.edu.co
Julian Berrio Moreno – Julian.berriomo@amigo.edu.co
Sebastián Marín Escobar – Sebastian.marines@amigo.edu.co
Los Antioqueños siempre se han caracterizado por su verraquera y pujanza, por la habilidad y particular manera de resolver problemas. Por algo dicen que “un Paisa nunca se vara” y la forma más clara de relucir esta frase, es el contexto socio-económico de los habitantes de la ciudad.
Para los Antioqueños, una de las prioridades se basa en tener una estabilidad económica que permita suplir las necesidades básicas de él y su familia, es por ello que quienes no encuentran una permanencia laboral y financiera, buscan alternativas que puedan ofrecerles un equilibrio o por lo menos logren amenizar su situación.
Uno de los trabajos alternativos más comunes son las ventas informales y labores en plazas de mercado de la ciudad.
Según el informe presentado por Medellín Como Vamos, la tasa de informalidad en la ciudad es de 46,7 % hasta el año 2013, en el cual un 26% lo ocupa una población juvenil que se dedica a trabajar en la informalidad como medio alterno a la violencia. En su mismo reporte, aseguran que la ciudad de Medellín cuenta con aproximadamente 7.000 venteros informales en las diferentes calles de la ciudad, en su mayoría en la zona central de la misma. Para la alcaldía de Medellín una de sus mayores problemáticas en cuanto a este tema es el espacio público que ocupan estos venteros.
La alcaldía actualmente se encuentra trabajando en la capacitación, carnetización y reubicación de cada uno de estos trabajadores informales, para garantizarles un mejor ambiente laboral.
Algo que también logra ser preocupante y relevante en la ciudad, es el aumento de menores e incluso niños en estos trabajos informales, para el sociólogo Diego de Jesús Montoya, el trabajo informal en menores, adolescentes y adultos mayores, se debe principalmente a las dificultades económicas. Por otra parte, el Sociólogo asegura que ve con buenos ojos la manera en que buscan ganar dinero a pesar de vivir en un contexto de violencia, ya que la mayoría de estos trabajadores son provenientes de las zonas periféricas de la ciudad.