A Medellín llegan nuevas empresas basadas en el modelo económico colaborativo. Coworking, Wework, Airbnb, Uber y Rappi son algunas de ellas, cuya estructura de negocio está soportado en aplicaciones móviles. Estas incursionan en el mercado gracias a personas del común de la ciudad que las descargan y aunque no tienen vínculo directo con las compañías, si tienen la oportunidad de recibir dinero por el manejo de las mismas, con solo tener acceso a internet y un celular lo pueden hacer.
La mayoría de estas empresas tienen su origen en Estados Unidos, donde salen a conquistar el mundo, e incluso inspiran a nuevas ideas 100% nacionales como Rappi, que es una de estas nuevas compañías, creación de Simón Borreo, CEO de la misma, quien define su compañía como un asistente personal al alcance de su mano. Un buen ejemplo de esto es que si no tiene tiempo para ir a hacer sus compras de la semana, solo abre esta aplicación y puede contactarse con alguien que lo hace por usted y se lo lleva hasta la casa.
Esto toca cada uno de los sectores económicos, desde el área de los transportes hasta en algo tan cotidiano como hacer el mercado, lo cual ha causado una transformación en la manera de hacer negocios.
Ahora, Airbnb es una aplicación móvil que le permitirá hospedarse en casa de un desconocido en cualquier parte del mundo por un precio diario, basado en sus comunidades y ubicación. Los lugares van desde simples habitaciones con una cama, hasta lujosas casas con piscina. Encontrará ofertas tanto para sus viajes de turismo como de negocios.
Esta aplicación ha presentado quejas por parte del gremio de los hoteleros formales, que dicen que se está presentando cada vez una competencia desleal la que según ellos es ilegal, al argumentar que se está creando para-hotelería y hospedajes clandestinos y que no pagan impuestos, aunque hay personas que aseguran que es una amenaza al negocio tradicional de los hoteles.
Un modelo parecido al de Airbnb es el que plantea Wework, dirigido por grupos de jóvenes cuyo modelo de negocio consta de alquilar espacios compartidos, como oficinas para desarrollar actividades empresariales y de emprendimiento donde dos o más personas rentan un espacio por determinado tiempo y se dividen los gastos de la renta y demás servicios necesarios para su funcionamiento.
Otro ejemplo es Coworking, son personas que remodelan apartamentos en algunas ciudades de Colombia como Bogotá, Medellín y Cartagena. El objetivo final de estas remodelaciones es crear una red de apartamentos amoblados y volverlos el hotel más grande del mundo, al mejor estilo de Airbnb. Se rentan por un tiempo determinado a viajeros y personas interesadas para vivir en ellos. A sus dueños les dan parte de los ingresos que generen por estos hospedajes, convirtiéndolo también en una oportunidad de inversión a largo plazo.
Impacto de este modelo económico colaborativo en los negocios tradicionales
Si bien ya se tocó el lado positivo de este modelo, esta es la otra cara de la moneda. Según la Revista Dinero en Colombia el 66% de empresas ya han avanzado en su transformación digital y han comenzado a realizar cambios fundamentales en su organización, lo que incrementa los despidos masivos en algunas empresas.
Es evidente que hay una revolución digital, un ejemplo de ello es el teletrabajo y las aplicaciones móviles, las cuales ayudan y son fundamentales en la vida diaria, entonces, ¿Se verá afectada la productividad de las personas con tanta dependencia tecnológica ?, Diego Alberto Cano, especialista en alta gerencia y mercadeo gerencial, afirmó:
“No, por el contrario, yo creo que la tecnología aumenta la productividad, trabajé en una entidad que estableció el teletrabajo como modelo colaborativo, la Contraloría General de Antioquia contrató a más de 100 personas en esta modalidad y la productividad aumentó ostensiblemente” en el teletrabajo lo importante es la disciplina, y establecer unos horarios de trabajo iguales o cercanos a como si estuvieras trabajando en una oficina. “Por ejemplo la gente que es resistente al cambio de las tecnologías tiene dos opciones, se adapta o desaparece”.
¿Cómo cree que se va a ver afectado el empleo con la automatización que están realizando las empresas en el país, y este como se debe transformar para adaptarse a esta nueva realidad económica?
“Indudablemente los adelantos tecnológicos van a traer perdida de empleo, pero también van a crearse empleos de otro tipo que no los teníamos en el modelo económico tradicional mundial. Creo que la gente debería buscar hacer parte de ese nuevo engranaje; pienso que la tecnología nos hace más fácil la vida y también abre nuevos mercados y ahí es donde está la oportunidad para que estas personas se adapten el nuevo mundo laboral, lo importante es tener una disposición muy proactiva frente al cambio”.
Es importante recordar cuando Colombia en 1991 se abre a la economía mundial y a los tratados de libre comercio, donde muchas empresas desaparecieron por no haber hecho la reconversión industrial a tiempo, pero nuevas se crearon y eso abrió un nuevo mercado laboral y oportunidades de negocio, más que temerle hay que afrontarla.
Con esta nueva realidad económica, se ven nuevas organizaciones y grupos de emprendedores creando compañías basadas en el modelo económico colaborativo. Se espera aporte a la economía nacional grandes beneficios, reflejados en su PIB (producto interno bruto) anual y que se tenga un consolidado de crecimiento de aquí al 2020. Aunque se crece en materia económica todavía se tienen vacíos en la legislación y las normas.
Incluso se ven ya los cambios en “los amarillos” como se llama coloquialmente a los taxistas, los que se están adaptando al cambio, mejorando su servicio y modernizándose, el nuevo modelo planteado, según Caracol Radio es en donde se trata de crear categorías premium y élite a través de plataformas digitales.
Lo que se busca es acabar con frases como “yo por allá no voy”, así como terminar con el taxímetro.
El gremio de los taxistas en general no tiene una buena reputación, dando libre paso a las aplicaciones de la nueva economía. En el caso colombiano, todas estas empresas antes mencionadas incursionaron en el país y hoy tienen sus sedes y modelos de negocio funcionando actualmente.
Uber y Cabify, son aplicaciones móviles de transporte, donde una persona que tenga un vehículo puede descargarla e inscribirse y poder usar su vehículo para transportar otras personas que lo necesitan y así obtener dinero. Para los que buscan alternativas diferentes al moverse por la ciudad estas dos apps se presentan como una opción para hacerlo.
“Mi experiencia en Uber ha sido bacana” comenta Estiven Martínez, trabajo los fines de semana tres horas o cuatro y puedo ganar hasta 80.000 pesos; antes trabajaba en una empresa de transporte, me iba bien, pero el horario era muy extenso, hasta 15 o 18 horas de trabajo”. Dice Estiven que los taxis tradicionales nunca se van a acabar, «que se vayan a disminuir sí, pero no se van a extinguir como tal, creo que van a mejorar el servicio»
Hoy en día estas empresas presentan inconvenientes a la hora de funcionar en el país, a Uber Y Cabify les instauraron demandas contra estas compañías y se imponen multas millonarias también por parte de los tribunales.
Es tanto el auge que tiene la nueva economía que incluso el gobierno la empieza a promover, se puede apreciar en campañas publicitarias y comerciales de televisión, donde se invita a los colombianos a informarse y los promueve a formar parte del sistema económico colaborativo.
Todos estos ejemplos son síntoma de una nueva era económica que se ha empezado a implementar en la sociedad, como un elemento más de la era digital. Se renuevan los hábitos de consumo, hay cambios sociales y culturales lo que lleva a adaptarse a esta nueva realidad.