Después del ‘’ primer round’ que vivió Colombia el pasado 11 de marzo, los resultados no son más que la evidencia del miedo al cambio o la ilusión de un nuevo comienzo. Con Duque y Petro liderando las encuestas se ve claramente un panorama dividido y desigual, que muestra sus fuertes diferencias y en algunos casos el odio por la manipulación o el favoritismo.
Las frecuentes encuestas que realizan a diario portales digitales y empresas privadas y públicas tratando de arrojar quien podría ser el próximo presidente de Colombia manifiestan por una parte el miedo a lo desconocido, lo que lleva indudablemente a seguir repitiendo la historia como cada cuatro años, pero también, una gran parte de la sociedad en su mayoría jóvenes, muestran el rechazo a seguir viviendo la misma y en cambio exigen un nuevo gobernante, un nuevo partido, una oportunidad de cambio.
Como decía Juan Manuel López en un portal de opinión muy reconocido en la ciudad ‘’ Estamos abrumados por encuestas, debates y entrevistas con los que nos tratan de inducir a escoger el candidato a la presidencia. Ninguno de estos mecanismos ayuda verdaderamente a que la selección sea la más apropiada’’. Cada colombiano debe estar en la obligación de instruirse bien y asegurarse que el candidato no solo hable bonito sino que tenga un respaldo que haga válidas sus propuestas y conduzca a la tan anhelada mejor Colombia.
Es necesario que en el proceso de elección, cada ciudadano esté completamente convencido que el candidato de su preferencia cumpla con ciertas características que siendo muy generales dan un panorama de lo que le deparará al país en los próximos años, pues como dice el refrán ‘’todo gran cambio empieza desde uno’’ y en este caso no sobra resaltar las cualidades de liderazgo y la capacidad y conocimiento para la toma de decisiones administrativas que debe tener el presidente que sin duda permitirán un buen control y vigilancia de las actividades que se llevaran a cabo en el periodo electoral para así garantizar a todos los colombianos el buen manejo de los recursos que mensualmente circulan en el país.
Actualmente son 36.227.267 las personas habilitadas en Colombia para votar según la Registraduría Nacional. Es hora que el país deje el miedo y el fanatismo a un lado y de paso a la oportunidad de escribir una nueva historia llena de esperanza y oportunidades verdaderas que incluyan a todas las poblaciones, velen por los derechos y conviertan de nuevo a Colombia en el país rico que un día fue.