Actualmente hay 69.000 madres comunitarias según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero también existen las minorías que deciden asumir la labor independientes a la entidad por motivos específicos, este es el caso de las hermanas Cano Eisinger, quienes además de ser hermanas de sangre, decidieron entregar su vida a Dios y a la comunidad, por medio de la Fundación Hogar de Paso San Miguel Arcángel, la cual es exclusivamente para niños cuyas madres no tienen quién les cuide a sus hijos, mientras ellas laboran durante todo el día rapeando o vendiendo en los buses de la ciudad.
Las madres comunitarias son aquellas que se encargan de velar por el bienestar de los niños cuando sus padres por motivos de trabajo u otras razones no pueden estar al pendiente de sus hijos, normalmente ellas trabajan con el (ICBF), este programa que nace en el año 1986 y se reglamenta en 1989 según la entidad pública, cuenta con tres modalidades de hogares comunitarios.
Uno para atender entre 12 y 14 niños en la casa de la madre comunitaria, el otro para recibir a las madres gestantes, lactantes y niños de hasta 2 años, mientras que el último hogar tiene a los niños en un lugar que es propiedad del municipio.
Tres hogares diferentes con algo en común, los niños y las 69.000 madres comunitarias, muchas de las cuales hasta hace poco estuvieron a la expectativa del proyecto de ley que buscaba que fueran contratadas a término indefinido con la entidad pública, el cual fue objetado por el presidente Juan Manuel Santos. (Lea aquí El Espectador “Madres comunitarias no van a quedar desprotegidas»: Cristina Plazas)
Se conversó con la directora de la Fundación, la hermana Nancy Gerardina Cano Eisinger, quien habló sobre la labor diaria con los niños y el por qué no están vinculadas con el ICBF:
¿Hace cuánto fue creada la fundación Hogar de Paso San Miguel Arcángel?
“La Fundación Hogar de Paso San Miguel Arcangel lleva 5 años”.
¿Con qué fin fue creada la Fundación?
“Para ayudar a las mamás, sobre todo a las más necesitadas que no tenían un hogar donde dejar los niños, para que no estuvieran en la calle o encerrados en una pieza o bueno proteger a estos niños que están tan vulnerables”.
Ustedes iniciaron en Bogotá, ¿por qué deciden emprender nuevo camino en Medellín?
“(Risas) bueno yo no sé, mi Diosito nos trajo para acá, lo que le voy a decir es mi Diosito. Nosotros empezamos con un sacerdote y no se dieron las cosas con él, entonces otro sacerdote de Medellín, me aconsejó que por qué no hacíamos la labor acá, la misma que yo hacía con mis hermanas en Bogotá. Si hacíamos lo mismo, por qué no nos reuníamos las tres y hacíamos esta labor en Medellín”.
¿Cómo es un día de rutina para estos niños en la Fundación?
“Nosotros estamos aquí desde antes de las 7 de la mañana hasta las 7 de la noche o más, la mamá viene y deja al niño, depende del horario que tenga de trabajo, si tienen a las 6 de la mañana, ella me avisa con tiempo.
Los van trayendo a las 8, al medio día llegan los niños de la escuela, tenemos niños también de mamás que trabajan todo el día, entonces los niños van a la escuela y vienen a almorzar acá.
Almuerzan, ellos duermen un ratico, hacen tareas los que tengan que hacer y luego hacen actividades”.
¿Cuántas son las personas que se encargan del cuidado de los niños?
“En este momento somos tres hermanas de sangre, pero hay una vecina que me colabora, hay un intercambio con la universidad Eafit, que maso menos para diciembre y este año comenzamos.
Tengo niñas extranjeras que me colaboran, vienen a hacer la labor social, a conocer Colombia, especialmente Medellín, vienen y hacen un voluntariado de 5 horas, entonces hay varias niñas en diferentes fundaciones y entre esas, está la de nosotros”.
¿Cuántos niños hay actualmente en la Fundación?
“En este momento hemos tenido entre 19, 20 y 21. Hay una capacidad hasta de 30 niños”.
¿Cuál ha sido el niño que más tiempo ha durado acá en la Fundación?
“En este momento está Isabella que tenía 3 meses y ya tiene 3 años, y Mariana también lleva tiempo. Esto es una población muy flotante, ellos van y vienen, yo aquí no tengo por ejemplo como una matrícula, no, ellos van y vienen, si me necesitan hoy, mañana no me necesitan, no importa, ellos vienen dentro de un mes, dos meses, dentro de 15 días. Sii, es una población muy flotante.
Cuando ellos nos necesitan aquí estamos”.
¿Cuál es el rango de edad de los niños?
“Ellos vienen desde muy pequeñitos, desde 0, nosotros tenemos de 0 años hasta los 7 años, en este momento tenemos niños de 8 años que hay mamás que no tienen quién se los cuide. Son mamás que trabajan todo el día y no han conseguido personas que realmente le puedan cuidar los niños, entonces la idea es los chiquiticos, pero si llegan grandes hay que ayudarles también”.
Hablemos un poco del perfil de las madres de estos niños
“Bueno ellas, las mamás trabajan en las calles vendiendo chicles, rapean en los buses, cantan en los buses, venden minutos, bolsas de basura, incienso, hacen parte de la prostitución y ahora último nos han llegado mamás que trabajan en las casas de familia. Entonces para que les cuidemos los niños mientras ellas trabajan”.
¿Qué deben hacer estas mamás para hacer parte de la Fundación, cuáles son los requisitos que les piden?
“Los requisitos si son lo que pide Bienestar Familiar, el registro, el sisbén o una eps, desarrollo y crecimiento, bueno si, los papeles que exige Bienestar Familiar”.
¿Cómo es esa relación de la Fundación con Bienestar Familiar? ¿Tienen alguna conexión?
“En este momento ellos son como la Policía de los niños, ellos son los que vigilan y están pendientes de los niños. Nosotros en estos momentos con Bienestar solamente vigilan, no más”.
¿Cómo es el sostenimiento de la Fundación?
“Por benefactores, esto es una persona le cuenta a otra, así vamos recogiendo los recursos para poder sostener a los niños”.
Ustedes hicieron uso del Banco de Alimentos durante un tiempo, háblenos sobre esto
“Pues el Banco de Alimentos, ellos le ayudan a uno, le dan a uno los alimentos, pero son alimentos que ya se van a vencer, entonces yo lo fui a reclamar el lunes y ya toca tratar de consumirlo antes del viernes para con los niños, yo manejo una población muy pequeñita y no me sirve. Tenía un benefactor que me pagaba eso, porque eso no es gratis”.
¿Cómo ha sido el apoyo por parte del Gobierno?
“En este momento no tenemos ningún apoyo. Nosotras con las uñas hemos trabajado para poder sacar este hogar adelante, para ayudar a estas mamás”.
Usted ahora estaba comentando que el ICBF les había hecho una propuesta, cuéntenos sobre esto
“Aaa sí, vea, han venido a hacerme una propuesta de que ellos nos dan niños para que nosotros cuidemos y nos pagan un sueldo, pero tengo que salir de los niños que tengo en este momento al cuidado y ellos son los que más necesitan en este momento también.
Otra propuesta también que me hicieron fue de traer unas niñas embarazadas de 15, 16 años, que dejara la Fundación o la organizara para cuidar estas niñas, pero no, la idea de nosotros es ayudar a estos chiquitos, de estas mamás que realmente no tienen un apoyo tampoco”.
Hermana Nasly, hace poco el presidente objetó una ley que favorecía a las madres comunitarias del ICBF, para que las incluyeran dentro del presupuesto de ellos, usted que piensa respecto a eso, ¿cree que esa ley debe ser aprobada?
“Pues yo creo que deberían ayudar para todos, de todas maneras hay mucha necesidad en el país y hay muchos niños que están en estos momentos muy desprotegidos, entonces por qué no ayudarlos a todos, si de todas maneras hay para todos, ¿por qué no ayudarnos?”.
¿Usted considera que deberían ser tenidas en cuenta dentro de la ley que se está debatiendo en el congreso, para que estén incluidas dentro del presupuesto del ICBF?
“Claro, sería muy bueno, porque de todas maneras se supone que estamos también prestando un servicio, estamos ayudándole a cuidar estos niños, que también le pertenecen al Gobierno y a todo el mundo, estamos aportando un granito de arena para poderlos cuidar, para que los niños no estén en la calle, en peligros, encerrados”.
¿Usted se considera una madre sustituta y por qué?
“Aaa porque yo tengo los niños desde los 3 años y eso que recibimos niños a veces de 15 días de nacidos, 3 meses, entonces pueden ver la experiencia que somos como las mamás de ellos, porque ellos nos quieren y nos respetan como si fuéramos las mamás”.
¿Qué ha sido lo más gratificante para usted con esta labor?
“El cariño de los niños (risas)”
Dejar a un lado a los niños con los que actualmente cuenta el lugar, fue la única condición del ICBF para comenzar a trabajar con las hermanas Cano enviando niños o madres en gestación, dos de las modalidades que existen para las madres comunitarias de la entidad.
Sin embargo la directora de la Fundación Hogar de Paso San Miguel Arcángel, hermana Nasly Cano decidió en conjunto con sus hermanas no trabajar en sincronía con el ICBF, ya que como ella lo asegura no es cuestión de dinero, sino de brindar apoyo a las madres que necesitan de alguien que cuide a sus hijos mientras laboran.
Quienes deseen aportar a la Fundación por medio de mercados, dinero o materiales que ayuden a la reforma del lugar pueden comunicarse al 254 23 72, visitar la página http://sanmiguelarcangelfundacion.org/qs.html o ir al sitio calle 58 # 41- 46, Barrio Boston.
Escrito por: Juliana Jana Ospina Gómez
Twitter: @julianaospina94